Marruecos por su parte ha cerrado los accesos fronterizos en Ceuta poniendo fin a las avalanchas masivas
El Ministerio del Interior ha elevado a 5.600 la cifra de inmigrantes que ya han retornado a Marruecos tras acceder de forma irregular a Ceuta, de los aproximadamente 8.000 que lograron rebasar el perímetro de la frontera desde el lunes de madrugada, según los datos recopilados hasta las 13.00 horas de este miércoles.
El último dato supone que el 70% de los inmigrantes que han entrado en las últimas horas de crisis diplomática con Marruecos han retornado ya a su país de origen, informa Europa Press.
El Gobierno mantiene que los menores, de los que no dan cifras oficiales, tienen un estatus especial, por lo que muchos de ellos están siendo sometidos a pruebas para certificar su edad.
En rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, el titular del Interior, Fernando Grande-Marlaska, aseguró que entre los inmigrantes a los que se había devuelto a Marruecos aplicando los acuerdos bilaterales de 1992 no había ningún menor.
El Gobierno considera que la llegada masiva de migrantes marroquíes a Ceuta ha sido un asalto a una frontera europea como es la española y no una crisis migratoria, si bien cree que todo va volviendo a su sitio y que Marruecos está suavizando la situación.
No obstante, Moncloa admite que todavía queda por resolver la crisis diplomática que se ha abierto con el país vecino; una crisis que en el Gobierno esperan poder resolver pronto, empezando por el regreso de la embajadora marroquí en Madrid, ya que consideran a Marruecos un país amigo, y están convencidos de que debe seguir siéndolo.
Todo ello después de que las autoridades marroquíes en la localidad norteña de Castillejos hayan cerrado los accesos hacia Ceuta y puesto fin a las avalanchas masivas de inmigrantes que se ha producido en los últimos dos días, en los que entraron en la ciudad española más de 8.000.
La situación cerca de la frontera desde el lado marroquí es muy diferente a la de los dos últimos días: los grupos de inmigrantes se desplazan hoy en dirección contraria, tras perder la esperanza de poder entrar en el enclave español, informa Efe.
Por otro lado, el ministro de Estado de Derechos Humanos y Relaciones con el Parlamento, Mustafá Ramid, ha asegurado que España «sabía que el precio por subestimar a Marruecos es muy alto», en referencia a que el país no haya cumplido con «la buena vecindad» al acoger al secretario general del Frente Polisario, Brahim Ghali.
«La recepción por parte de España del líder de las milicias separatistas del Polisario, bajo una identidad falsa, sin tener en cuenta las relaciones de buena vecindad que requieren coordinación y consulta, o al menos cuidando de informar a Marruecos, es un acto irresponsable y totalmente inaceptable» ha escrito Ramid en su perfil de Facebook.