Mató a sus padres a puñaladas mientras dormían la siesta.
La Audiencia Provincial de Guadalajara ha condenado a 44 años de cárcel, 22 por cada crimen, al hombre que mató a sus padres mientras dormían la siesta, en mayo de 2022, en su casa de Brihuega.
La sentencia ratifica el veredicto de culpabilidad del jurado popular por dos delitos de asesinato con la agravante de parentesco, y lo condena al pago de 300.000 euros a su hermana.
Además, queda desheredado, al considerarlo el juez incapaz de suceder a sus padres por haberles dado muerte e incurrir en causa de indignidad.
El ahora acusado, que vivía en la misma finca que sus padres pero en otra vivienda, se acercó hasta la casa cuando estos estaban echándose la siesta y los mató a puñaladas.
Primero clavó un cuchillo en el cuello de su padre cuando estaba dormido en el salón, y luego hizo lo mismo con su madre, que estaba acostada en el dormitorio, aunque en este caso fueron siete puñaladas.
El fallo rechaza los argumentos de la defensa de que actuó bajo los efectos de un brote psicótico o por consumo de drogas, aunque reconoce sus problemas mentales y con las drogas.
En concreto, señala que los informes médicos probaron que sus facultades mentales no estaban alteradas cuando cometió el crimen y que el consumo de drogas no impidió que supiera lo que hacía.
La Fiscalía solicitaba para el acusado una pena de 40 años de cárcel por los dos crímenes, 20 por cada uno, petición que la acusación particular, ejercida por la hermana, elevó hasta los 25 años.