La Policía Nacional ha detenido en varias provincias a 20 miembros de una red dedicada al tráfico ilegal de inmigrantes dominicanos que viajaban a España a través de Turquía y Grecia con documentos de identidad ilegales que compraban a compatriotas ya nacionalizados españoles a los que se parecían
Según ha informado la Jefatura Superior de Policía, los detenidos -que también se dedicaban al tráfico de estupefacientes- obligaban a las víctimas a pagar un total de 100.000 pesos, unos 2.000 euros.
Un primer pago de 50.000 pesos servía para obtener un pasaporte y un billete de avión con el que viajar a Estambul (Turquía). Después, debían ingresar la misma cantidad por segunda vez para obtener plaza en una lancha neumática que les llevaría a alguna isla griega.
La red disponía de un entramado de pisos francos en el país heleno para alojar a los extranjeros mientras obtenían un pasaporte falso para viajar a España.
El modus operandi de la organización consistía en la compra de DNI y pasaportes españoles a ciudadanos de origen dominicano residentes en España y con nacionalidad española, que después enviaban a la República Dominicana a través de personas que servían de correo o por paquetería postal.
Allí un integrante de la red los recibía y les estampaba un sello ilegal de entrada en el país para dar veracidad al viaje a España que harían posteriormente las víctimas con documentación ilegal de personas con características físicas similares a las suyas.
De esta forma, parecía que ciudadanos españoles de origen dominicano estaban efectuando un viaje temporal a su país.
La investigación tuvo su origen en una operación anterior desarrollada en agosto de 2014, en la que se detuvo a 19 miembros de dos organizaciones que introducían ilegalmente a ciudadanos dominicanos en España.
Para ello, les proporcionaba documentos de identidad de otras personas y, cuando eran descubiertos en el Aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas, requerían solicitudes fraudulentas de protección internacional alegando ser víctimas de malos tratos, en el caso de las mujeres, y por su orientación sexual, en el de los hombres.
Por otra parte, los agentes de fronteras detectaron un repunte del número de personas de nacionalidad dominicana inadmitidas en el año 2015.
Por ello, la Policía comenzó a investigar si tras estos intentos de entrar irregularmente en España existía algún grupo organizado y llegó a la conclusión de que había conexiones evidentes entre los casos detectados y que existían indicios fundados de la participación de alguna organización.
Durante los dos últimos meses, los agentes intensificaron las investigaciones y lograron identificar a los miembros de la trama, por lo que procedieron a su detención y practicaron siete registros en un dispositivo coordinado en las provincias de Madrid, Guadalajara, Ávila, Zamora y Lleida.
Además del tráfico ilegal de personas, los agentes descubrieron que los detenidos también se dedicaban al tráfico de estupefacientes, concretamente al cultivo de marihuana.
Los arrestados, entre los que se encuentra el cabecilla de la red, disponían de varias naves habilitadas para los diferentes procesos de crecimiento de las plantas y de una finca rústica en la localidad madrileña de Fuente del Saz del Jarama, donde tenían multitud de animales domésticos para camuflar el cultivo ilegal de droga.
En los lugares donde cultivaban la marihuana habían realizado enganches ilegales de luz para evitar que el alto consumo fuera detectado y para defraudar a las compañías eléctricas.