La Policía Municipal detectó graves infracciones al acudir al local tras el aviso de un cliente al que le negaron las hojas de reclamaciones
Sobre las 18 horas del pasado día 15 de enero, la Policía Municipal de Madrid recibía la llamada de un ciudadano al que le negaban las hojas de reclamaciones en una cafetería del distrito de Fuencarral.
Un patrulla se personaba en el punto comprobando que era verdad, por lo que se procedió a denunciar esta incidencia a la vez que se realizó una inspección al local.
En dicha inspección se detectaron deficiencias higiénico-sanitarias que afectaban a la conservación y estado de los alimentos que se dispensaban en ese local, como cámaras frigoríficas por encima de la temperatura estimada con productos en mal estado en su interior; tablas de cortar alimentos con restos (lo que supone una contaminación cruzada); el fregadero no se activaba con pedal y su interior lo ocupaba una bolsa de plástico con huesos de jamón; utensilios de cocina con restos de suciedad; y el cubo de basura carecía de tapa y se encontraba cercano a alimentos, dejando al descubierto los desperdicios.
También se detectó acumulación de grasa y suciedad en los fogones de la cocina; las freidoras tenían en su interior aceite visiblemente degenerado y quemado; la zona de la cocina no se hallaba delimitada a la distancia suficiente de la zona de pre-elaboración, teniendo en dicho espacio productos de limpieza y alimentos.
Asimismo, los agentes municipales observaron que debajo de un tramo de escalera se encontraba un bidón de gran tamaño de color negro conteniendo aceite usado, por lo que se solicitó al titular el certificado de residuos, que presentó sin el último albarán, imprescindible para dar validez al certificado.
Los agentes procedieron a precintar tanto productos alimenticios crudos en mal estado como alimentos preparados también en mal estado y caducados, quedando depositados en el local a la espera de la llegada de los técnicos del departamento de Salud de la Junta Municipal de distrito.