La Comunidad de Madrid estudia un borrador para endurecer las penas por maltrato o abandono y aplica el principio de sacrificio cero para los albergues municipales y centros de protectoras de animales. Hasta 30.000 euros de multa por pegar o abandonar a un perro.
El Centro integral de acogida de animales de la Comunidad ya está aplicando el principio de “sacrificio cero”, que ahora se extenderá a todos los centros y albergues municipales y centros de las protectoras de animales. Hasta ahora, los centros podían practicar la eutanasia a los animales abandonados en un plazo de entre 10 y 19 días desde su recogida.
La futura Ley de protección de animales de compañía no será de aplicación a los animales utilizados en los espectáculos taurinos, incluidos los populares, protegidos en un reglamento específico que, entre otros aspectos, establece la prohibición de “herir, pinchar, golpear, sujetar, atar o tratar de cualquier modo cruel a las reses”.
Tampoco engloba a la fauna silvestre, incluidas las especies de caza y pesca, a las que se refieren las leyes de caza y de pesca fluvial; ni los animales utilizados con fines agrícolas, ganaderos o experimentales; o los de parques zoológicos, que se regirán por su legislación específica, de ámbito nacional.
En una disposición adicional, la norma prohíbe el tiro de pichón y prácticas similares en la región, aunque permite a la Consejería autorizar a las sociedades de tiro, bajo control de la respectiva Federación, la celebración de competiciones de esta especialidad.
La Comunidad de Madrid ha destacado en un comunicado que fue la primera en aprobar una Ley de protección de animales domésticos, vigente desde 1990, para salvaguardar sus derechos y luchar contra su maltrato y abandono. Ahora, la reforma de la norma responde a una Iniciativa Legislativa Popular puesta en marcha en la pasada legislatura por la asociación protectora El Refugio.
El borrador prohíbe dar a las mascotas una educación agresiva o violenta, regalarlas como premio o reclamo publicitario o mantener a los animales atados o encerrados en condiciones que puedan suponer sufrimiento o daño para ellos.
También regula la cría y comercialización de mascotas, así como la participación de éstas en ferias, concursos y otras actividades, y reconoce el papel de las entidades de defensa de los animales y de la profesión veterinaria en el fomento de la tenencia responsable.
Además, insta a los centros de acogida de animales a fomentar en todo momento la adopción de mascotas abandonadas, que se entregan a sus nuevos dueños con todos los tratamientos obligatorios y esterilizados para evitar camadas indeseadas.