La escultura se ha convertido en un icono de la ciudad y un foco de calma e introspección
El Ayuntamiento de Madrid y la Fundación María Cristina Masaveu Peterson (FMCMP) han acordado prolongar la permanencia en la Plaza de Colón de Julia, la escultura creada por Jaume Plensa, hasta diciembre de 2024, aunque el convenio contempla su prórroga por tres años más, hasta diciembre de 2027. La rúbrica del acuerdo ha tenido lugar hoy en la sede de la Fundación, por parte de la delegada de Cultura, Turismo y Deporte, Marta Rivera de la Cruz, y el presidente de la Fundación María Cristina Masaveu Peterson, Fernando Masaveu.
Julia, una obra de arte única, encargada por la FMCMP dentro de su línea de proyectos artísticos de mecenazgo y que forma parte de la Colección de Arte de la Fundación, se presentó en diciembre de 2018, en el marco de un programa artístico organizado por el Consistorio.
La Fundación María Cristina Masaveu Peterson, teniendo en cuenta la importancia que ha cobrado Julia en el paisaje madrileño y su gran apreciación por parte de la ciudadanía, ha aceptado la nueva prórroga a petición del Ayuntamiento, la cual se podrá renovar cuando el Consistorio lo solicite expresamente con antelación al vencimiento del periodo en curso y la petición sea aceptada por la Fundación.
La innovadora iniciativa de mecenazgo impulsada por la FMCMP hizo posible que por primera vez Jaume Plensa –Premio Velázquez de las Artes en 2013– expusiese una obra de estas características en España, una de sus cabezas con ojos cerrados, realizada en resina de poliéster y polvo de mármol blanco y de doce metros.
Para Jaume Plensa, estas esculturas, como Julia, representan esta parte del cuerpo como gran contenedor del conocimiento y las emociones humanas. Según sus propias palabras, «siempre tienen los ojos cerrados porque lo que me interesa es lo que hay dentro de esta cabeza. Como si el espectador, delante de mi obra, pudiera pensar que es un espejo y él reflejarse, cerrar también los ojos, intentar entender toda la belleza que guardamos oculta dentro nuestro».
Este foco de calma e introspección que Julia representa, tal y como han plasmado muchas crónicas de la ciudad, ha seguido modificando la percepción del entorno urbano, demandante de tranquilidad y reflexión, demostrando cómo el arte sirve para dar aliento e ilusión en tiempos difíciles. Se trata de un proyecto que fue concebido con una vocación de itinerancia, ya que tras su paso por Madrid proseguirá su exhibición por diferentes ciudades del mundo.