La investigación se centra en el entorno más próximo a la familia aunque todas las líneas de investigación continúan abiertas
La Guardia Civil sigue la pista de un individuo del entorno familiar del matrimonio brasileño formado por Marcos Campo y Janaína Santos, por si tuviera alguna responsabilidad en el asesinato de ambos y de sus dos hijos, de cuatro y un año de edad, según informa este miércoles el periódico La Razón.
Esta persona habría tenido, o pretendido tener, relaciones sexuales con Janaína Santos. De acuerdo con esta información, la situación en la que vivía la familia, en una casa sin muebles, de la que apenas salían y a la que habían llegado supuestamente para esconderse desde Torrejón de Ardoz, podría estar motivada por la necesidad de apartarse de ese individuo que está siendo buscado por la Guardia Civil y que, al parecer, es también de nacionalidad brasileña y tiene un carácter agresivo e impredecible.
Según el citado periódico, la precipitada salida del territorio nacional hacia un país iberoamericano de un individuo que mantenía una cierta relación con la familia hizo saltar todas las alarmas de los investigadores que ahora se afanan en localizar, detener y tomar declaración a esa persona para que explique si tuvo algo que ver en el macabro crimen.
No obstante, aparte de esta nueva teoría que pone en relieve el móvil sexual, todas las hipótesis se mantienen abiertas, incluida la que sostiene la principal línea de investigación que han seguido los agentes desde un primer momento, que unos sicarios profesionales se desplazaron hasta la localidad para acabar con la familia. El crimen, según algunas fuentes, pudo haberse cometido en otro lugar y después el asesino o supuestos asesinos pudieron haber trasladado los cuerpos en bolsas de plástico hasta el chalé donde se habían empadronado desde el pasado mes de julio. Eso explicaría que no se encontraran restos de sangre y que la casa estuviera vacía, como si allí no viviera nadie.
El inspector de Policía José María Benito, experto en investigación criminal, explica a MiraCorredor.tv que la línea de investigación más lógica que pudo seguir la Guardia Civil en un primer momento es el ajuste de cuentas, por las pistas que había sobre la mesa y el modus operandi. Benito destaca la colaboración policial con la policía brasileña como un hecho fundamental en la investigación. «La colaboración con la policía brasileña es fundamental y por eso la Guardia Civil está en contacto permanente con las autoridades brasileñas para que aporten datos sobre esta familia: en qué negocios estaban, en qué ámbitos se movían, amistades, etc».
Por su parte los allegados de la familia brutalmente asesinada niegan cualquier vínculo con el narcotráfico y apuntan a una posible deuda del padre que quizá alguien ha intentado cobrar. Ellos insisten en que Marcos les comunicó que estaba atravesando por dificultades económicas y quizá ahí, piensan, pudo haber pedido dinero a alguien que no ha podido devolver. Para José María Benito, abundando en la principal hipótesis con la que ha trabajado desde el principio la Guardia Civil, que la familia lo niegue tiene una explicación. «Esto siempre suele pasar. Es decir, que los familiares no sepan en qué están metidos gente que se dedica al narcotráfico es lo habitual. Esto no se comenta en las reuniones ni en las cenas familiares. Si hablamos de deudas, hablamos de deudas importantes y ese tipo de deudas siempre están relacionadas con el narcotráfico, y ahí es donde está la conexión que están investigando los agentes».
En la urbanización La Arboleda de Pioz nadie vio ni escuchó nada, tampoco se sabe si las cámaras de seguridad pudieron llegar a captar algo. Al estar el caso bajo secreto de sumario por orden judicial, tampoco ha transcendido si el ADN del sujeto al que buscan las autoridades como un posible sospechoso se encontraba en la vivienda cuando se procedió a inspeccionar la casa para recabar huellas y restos biológicos que pudieran arrojar alguna pista a la investigación.
Mientras tanto los vecinos siguen desconsolados cada noticia que llega del caso. Algunos medios han publicado que probablemente el niño de 4 años (que fue degollado igual que su hermana de un año, mientras que sus padres fueron descuartizados) fue asesinado porque conocía al asesino o asesinos de la familia, al que se supone abrieron la puerta, al no encontrar ningún indicio que indique que las entradas a la casa habían sido forzadas.
Por ahora, la Guardia Civil trata de reconstruir la vida que llevaban Marcos y Janaína en España, de seguir los pasos del matrimonio en Brasil, de establecer un nexo con las autoridades brasileñas por si pudieran aportar alguna pista, y de seguir de cerca el entorno de las víctimas.