La Guardia Civil recuerda que este tipo de prácticas pueden conllevar sanciones de hasta 60.000 euros y penas de hasta dos años de prisión
La patrulla del Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) de la Guardia Civil de Brihuega sorprendió a una persona el pasado 28 de julio en el interior de un coto privado de la localidad de Romancos (Guadalajara), haciendo uso de medios prohibidos para la caza.
En concreto, esta persona, vecino de la localidad, estaba colocando un lazo de acero en un paso de animales entre unos árboles cuando fue identificado por los agentes del Seprona. Además, en su vehículo le fueron hallados dos lazos más preparados para ser utilizados.
Aparte de las conductas ilegales contempladas en la Ley de Caza de Castilla-La Mancha que prevé sanciones de hasta 60.000 euros, los agentes constataron otras infracciones como la circulación de vehículos por el monte en época de riesgo alto de incendios o el corte sin autorización de varios árboles.
La Guardia Civil recuerda que el uso de venenos, trampas o lazos no permitidos con fines de caza, es cuando menos una gran irresponsabilidad, ya que con toda seguridad pueden morir o quedar atrapadas especies de toda índole incluidas las no cinegéticas.
Dichas conductas pueden llegar a constituir un delito penado en la legislación actual con hasta dos años de prisión, por lo que en estos casos es importante la colaboración ciudadana para luchar contra la caza furtiva.
Se trata de cazar fuera de temporada, no poseer las licencias o permisos administrativos requeridos, usar armas o municiones ilegales, cazar animales listados como especies protegidas, dentro de las áreas restringidas o usar medios prohibidos, señala el cuerpo policial.