De los ocho detenidos por estos hechos, seis han ingresado en prisión provisional y la Fiscalía investiga a los que jalearon a los narcos
Francisca María, la madre de Miguel Ángel, uno de los dos guardias civiles que murieron en Barbate (Cádiz) tras ser arrollados por una narcolancha, ha denunciado en un audio enviado a los medios de comunicación la falta de medios para luchar contra el tráfico de drogas en el Estrecho.
«No hay derecho a que le hagan a una madre esto. Ni a una madre ni a nadie. No hay derecho a que por falta de medios haya pasado esto. A mi hijo lo mataron en un flotador prácticamente», ha expresado la mujer en dicho mensaje de audio.
«No quiero entrar ni en política ni en nada. Solo quiero dar la voz a mi hijo que me lo han asesinado. Llevaba su bandera, la llevaba en alto siempre. Siempre defendió a su país ante toda adversidad. Y ahora, cumpliendo con su deber y su trabajo, le quitan la vida», lamenta.
La madre de Miguel Ángel pide «que se haga Justicia por favor y que se refuerce el Estrecho, que solo había una zodiac. Ellos no debían haber salido en una zodiac, tenían que haber salido en una lancha de la Guardia Civil y no hubiese pasado esta desgracia tan grande».
«Mi vida ha pasado de un antes a un después. Me moriré con esta pena, que me han quitado a mi niño, a mi niño del alma, que me lo han robado, haciendo su trabajo que era lo que más le gustaba», continúa Francisca María en su audio.
«No le han dejado cumplir su sueño, solo llevaba tres meses en ese destino y estaba muy contento, mucho», añade la mujer, que también desvela cuál fue el último mensaje que le envió su hijo: «No sabes cuánto te quiero, mamá».
De los ocho detenidos por estos hechos, seis han ingresado en prisión provisional. Además, la Fiscalía investiga a los que jalearon a los narcotraficantes cuando embestían a los agentes con su narcolancha, como quedó reflejado en un vídeo difundido en redes sociales.
La madre de Miguel Ángel se despide con el deseo de que «no vuelva a ocurrir esto nunca más, por favor, que se haga lo que se tenga que hacer, que sirva por lo menos la muerte de mi hijo para que esto no vuelva a suceder por las imprudencias de un Estado que no les pone los medios para defenderse».