El menor herido sigue ingresado en la UCI del Niño Jesús
Los hechos los adelantábamos aquí en MiraCorredor.tv, y se conocen hoy más detalles sobre lo sucedido.
Una niña de 13 años apuñaló hasta en cinco ocasiones a un compañero de 14 años en los pasillos del Instituto de Educación Secundaria Valdebernardo, en el distrito de Vicálvaro (Madrid).
Fueron los profesores los que separaron a los menores tras percatarse de la agresión y después llamaron a los servicios de emergencia.
Al parecer, y según contaban varios testigos a este medio, los dos mantenían una relación sentimental y hace poco lo habían dejado.
En un momento dado, al final de la mañana, en un pasillo del centro, se inició una discusión entre ambos y ella sacó una especie de navaja del pantalón que clavó hasta en cinco ocasiones al compañero, hiriéndolo tres veces en el brazo y dos en la espalda.
El niño continúa ingresado en la UCI del Hospital Niño Jesús donde llegó en una ambulancia del SAMUR con pronóstico reservado, pero se encuentra ya fuera de peligro.
La presunta agresora no puede ser imputada de delito alguno al ser menor de 14 años, por lo que ha quedado a disposición de sus padres, mientras la Policía investiga los hechos.
Los menores de 14 años que cometen delitos no son imputables en España, tal y como indica la Ley Reguladora de la Responsabilidad Penal de los Menores. La Ley del Menor establece en el Artículo 1 de su título preliminar que la ley «se aplica para exigir la responsabilidad de las personas mayores de 14 años y menores de 18 años por la comisión de hechos tipificados como delitos o faltas en el Código penal».
En el Título I Artículo 3, la Ley del Menor especifica que «cuando el autor de los hechos sea menor de 14 años, no se le exigen responsabilidades de acuerdo con esta Ley (….)». La edad penal en España se establece en los 18 años, pero a partir de los 14 se pueden exigir responsabilidades.
De esta forma, la alumna no sería responsable del delito. La legislación indica que las medidas que deben adoptarse en casos como éste deben orientarse al ámbito educativo y familiar.
La niña no podrá ser privada de libertad y posiblemente se someterá a un trabajo de reeducación. El protocolo consiste en hacer un seguimiento al menor con el trabajo de profesionales educativos y psicólogos para que no pueda repetir sus acciones en un futuro. Además el centro podrá adoptar medidas o sanciones contra la agresora.
La Consejería de Educación por su parte, y según avanzaron ayer fuentes de la misma aquí en MiraCorredor.tv, va a abrir una investigación a través de la Inspección para conocer los hechos a fondo y poder depurar responsabilidades.