La autopsia ya descartó que el hombre fuera envenenado con lejía o algún otro producto de limpieza, como apuntaban los primeros indicios
La mujer de 54 años que se suicidó tras presuntamente matar a su marido de 64 el pasado lunes, 2 de enero, en Fuenlabrada, utilizó un cóctel de fármacos para acabar con la vida de su esposo, según se desprende del análisis toxicológico practicado al cuerpo de la víctima.
Entre las pastillas se encontraban algunas de las que tomaba ella para sus problemas mentales. La autopsia ya descartó que el hombre fuera envenenado con lejía o algún otro producto de limpieza, como apuntaban los primeros indicios.
Las conclusiones del informe preliminar de la autopsia realizada al cadáver del fallecido descartaron la presencia de abrasiones en el esófago y otros órganos del tracto digestivo, que se hubieran detectado de haber ingerido lejía, amoniaco u otro producto tóxico.
La supuesta homicida, que apareció ahorcada en la misma habitación en la que estaba su marido, padecía una enfermedad o trastorno mental que no le impedía hacer una vida normal. Antes de quitarse la vida, dejó una nota en la vivienda en la que confesaba los hechos.