Las obras durarán 8 meses y se ejecutarán en 4 fases
Las obras para la semipeatonalización de la Plaza de Cervantes se encuentran en fase de licitación y se prevé que comiencen a primeros del mes de junio.
Unas obras que se supondrán la remodelación de una superficie total de 22.500 metros cuadrados tanto de la plaza principal de la ciudad como de la calle Libreros y de la Plaza de los Cuatro Caños.
La idea es crear un eje de movilidad que pase por la calle Libreros y la Plaza de Cervantes en una única dirección y siempre con carriles de movilidad baja, dando así preferencia a las personas que quieran pasear por el casco histórico de la ciudad.
Junto con la peatonalización de dos de los cuatro laterales de la plaza (que al igual que la calle Libreros pasará a tener un único sentido de circulación por el lateral del Círculo de Contribuyentes), la remodelación sustituirá las actuales plazas de aparcamiento por aceras más anchas y dotará de una continuidad peatonal a la calle Mayor.
El proyecto, que supone una inversión de alrededor de 2,2 millones de euros, tendrá una duración total de ocho meses y se realizará en cuatro fases, para no interferir en los eventos que se celebran en ese espacio como las Ferias, el Mercado Cervantino y la Navidad.
La primera fase, de una duración estimada de dos meses, comenzará según la previsión del Ayuntamiento a principios del mes de junio y comprenderá la peatonalización de la calzada de los dos laterales soportalados de la Plaza de Cervantes. Se espera concluir esta fase antes de las Fiestas de San Bartolomé.
Las tres fases posteriores incluyen la remodelación del resto de los viales de la Plaza de Cervantes y de la Plaza de Rodríguez Marín, la actuación sobre la calle Libreros y la construcción de una rotonda en la Plaza de los Cuatro Caños (Plaza de la Puerta de los Mártires).
A la rotonda en Cuatro Caños se sumarán otras en la periferia del casco histórico, con las que se pretende crear un sistema de movilidad con el que intentar que los vehículos entren lo menos posible en el casco histórico.
El Consistorio asegura que las recomendaciones de la UNESCO señalan que los cascos históricos de las ciudades patrimonio deben estar lo más peatonalizados posible por el daño que provocan las emisiones de gases al patrimonio y porque de esta manera se permite que los turistas disfruten mejor del patrimonio.
Junto con la actuación en los viales, el proyecto contempla la instalación de bancos y elementos decorativos en los espacios peatonales, actuaciones en el saneamiento y un nuevo alumbrado.
Además, el Ayuntamiento está estudiando crear aparcamientos en lugares cercanos, al menos provisionales, con el fin de compensar las plazas que se perderán con la reforma.