Un agente fuera de servicio se percató de la situación en el interior de un banco
Agentes de la Policía Nacional de la comisaria de Alcorcón evitaron este pasado jueves que una vecina de la localidad hiciera una transferencia por importe de 3.000 euros a unos individuos que dijeron tener secuestrada a su hija y que le exigían dicha cantidad para liberarla.
Los hechos ocurrieron sobre las 16.30 horas. Una agente fuera de servicio observó que en el interior de una sucursal bancaria se encontraba una mujer llorando, muy nerviosa y alterada hablando con su teléfono móvil. Intentaba obtener dinero en efectivo al tiempo que pasaba a la persona que le estaba atendiendo notas en pequeños papeles, por lo que la agente al percibir todo eso, supuso que dicha mujer podría estar siendo víctima de un secuestro virtual.
La agente solicitó la presencia de más indicativos policiales, que se personaron en el lugar, logrando tranquilizar a la mujer que seguía recibiendo vía telefónica instrucciones de los supuestos captores de su hija.
Los falsos secuestradores le indicaban que debía dirigirse a un punto de encuentro para entregar el dinero, momento en el cual y gracias a las pesquisas de los policías, consiguieron el número de teléfono de la hija que decían tener raptada y tras ponerse en contacto, comprobaron que se encontraba en su trabajo en perfectas condiciones.
La Policía recuerda que el secuestro virtual no es real, se trata de una extorsión telefónica en la que el interlocutor afirma tener secuestrado a un familiar cercano y solicita una cantidad de dinero para liberarle. Los delincuentes quieren dinero rápido, por lo que la cantidad solicitada nunca es desorbitada y muchas veces negociada entre ambas partes, requiriendo el envío de dinero a una cuenta facilitada a través de empresas especializas en estos envíos.
Hasta el momento, la mayoría de extorsiones telefónicas proceden de números extranjeros, con el prefijo +56 o bien de números ocultos. Los delincuentes intentan prolongar la llamada el máximo de tiempo para que la víctima pueda evitar contactar con el familiar que dicen tener secuestrado. En el transcurso de la conversación intentan crear confusión con voces de fondo, pero se debe recordar que la violencia verbal es típica de estas llamadas.
En estos casos es muy importante mantener la calma e intentar comprobar la información mediante la realización de preguntas de carácter personal como edad, lugar de nacimiento, etc. También intentar contactar por otra línea con el familiar que afirman está secuestrado y por supuesto avisar a la Policía, dado que la inmediatez en la comunicación ayudará a localizar a los delincuentes.
Y, por supuesto, nunca se debe pagar o enviar dinero mediante transferencia bancaria o entidades especializadas en envío de dinero. Igualmente es importante no publicar en redes sociales información de carácter personal que pudiera facilitar la labor de los delincuentes.