Bernardo Montoya ha admitido que la golpeó pero niega haberla matado y haberla violado
La joven profesora Laura Luelmo fue agredida sexualmente, según revela la autopsia, que sitúa la muerte, por la que fue detenido Bernardo Montoya, dos o tres días después de su desaparición en El Campillo (Huelva).
Fuentes cercanas a la investigación han informado a Efe de que esta es una de las conclusiones de los forenses que han practicado la autopsia, de la que también se deduce que la víctima murió a causa de un fuerte golpe en la frente.
Los investigadores tendrán que determinar si durante dos días (del día 12 al 14 o 15 en el que se ha fijado su muerte) la joven estuvo con vida retenida en algún lugar o si, por el contrario, fue arrojada ya muerta a la zona donde fue hallada el lunes.
Por su parte, el único detenido por el crimen de Laura Luelmo en El Campillo (Huelva) Bernardo Montoya, ha confesado este miércoles la autoría del asesinato en presencia de su abogado.
Una declaración, publicada íntegramente por el programa Espejo Público de Antena 3, en la que admite que la golpeó, pero que no la violó y asegura que la engañó para agredirla sexualmente pero que, finalmente, desistió. Además dice que la dejó inconsciente pero con vida en la zona donde apareció el cadáver.
«La chica salió de su casa y se me acercó a preguntarme algo. Yo estaba sentado en una silla en la puerta de la mía que están frente a frente. Ella me dijo: Hola vecino, oye ¿sabrías de algún supermercado por aquí?, es que soy nueva. Yo le respondí, claro mujer y le di una dirección. La engañé porque la mandé a un callejón sin salida donde no había supermercado ni nada», ha declarado Montoya.
«En cuanto se alejó un poco yo corrí a por mi coche. Me monté y dando un rodeo llegué primero al callejón. Allí esperé a que llegara, cuando la chica apareció en el callejón sin salida, se quedó como sorprendida y me preguntó: ¿Qué haces aquí?, y mirando hacia los lados dijo: ¿Y dónde está el supermercado? Entonces sin decir palabra, la agarré y golpeé con violencia su cabeza contra el maletero de mi coche», prosigue el detenido.
«Quedó inconsciente en el suelo. Tenía una cuerda en el vehículo y aproveché un trozo para atarle las manos a la espalda. La metí en el maletero del coche y la envolví en una manta con el propósito de agredirla sexualmente después», continúa detallando.
«Conduje hasta el lugar donde la encontraron. Al llegar, la desnudé de cintura para abajo y traté de violarla, pero a pesar de que ella estaba inconsciente no lo conseguí. Lo intenté pero nada. Juro que al final no la agredí sexualmente», ha señalado.
«Luego me asusté. La saqué del coche y la trasladé como pude hasta la zona de jaras y me fui corriendo, pero juro que cuando yo la dejé allí ella todavía estaba viva», ha concluido.
La joven zamorana de 26 años se acababa de instalar en El Campillo para hacer una sustitución en un instituto cercano.