La decisión de llevar mascarilla en el trabajo será decisión de los departamentos de prevención de riesgos laborales de cada empresa
Los servicios de prevención de riesgos laborables de las empresas son los que valorarán cómo han de utilizarse las mascarillas en el trabajo a partir del 20 de abril, cuando dejarán de ser obligatorias en interiores, incluidos los colegios, salvo en centros sanitarios y sociosanitarios y en los transportes.
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, llevará la nueva normativa sobre el uso de la mascarilla a la reunión del Consejo de Ministros el 19 de abril con el objetivo de que sea publicado en el BOE al día siguiente. España dirá así adiós a casi dos años de obligatoriedad de la mascarilla, la última de las restricciones visibles de la pandemia.
Fue el 21 de mayo de 2020 cuando entró en vigor la orden con la que el Ministerio de Sanidad, entonces liderado por Salvador Illa, impuso su uso para mayores de 6 años en la vía pública, en espacios al aire libre y en cualquier espacio cerrado de uso público o abierto al público, siempre que no fuera posible mantener una distancia de seguridad interpersonal de al menos dos metros.
El nuevo real decreto que la ministra Darias elevará al Consejo de Ministros el próximo martes 19 de abril eliminará la imposición en interiores a excepción de «aquellos espacios en los que puede haber personas con vulnerabilidad»: centros sanitarios y sociosanitarios y en los transportes.
De esta forma, tendrán que llevarla trabajadores y visitantes de centros asistenciales y sociosanitarios -especialmente, residencias de mayores-, pero no los residentes, a menos que estén compartiendo espacios comunes. Mientras que en otros lugares será una recomendación de uso, especialmente cuando hay aglomeraciones y cuando se trate de personas vulnerables.
También tendrá que seguir usándose en los transportes, si bien aún se debe definir más cómo se usará y en qué medios, condiciones que se plasmarán en el real decreto. Por el contrario, los alumnos ya no tendrán que utilizarla en el ámbito escolar, aunque sí se recomienda a los profesores con factores de vulnerabilidad que se la pongan, al igual que otras personas vulnerables que no puedan mantener distancia.
En los centros de trabajo, serán los servicios de prevención de riesgos laborales los que valoren la necesidad de llevar mascarillas, si bien los expertos aconsejan llevarla cuando la distancia interpersonal sea inferior a 1,5 metros y no pueda garantizarse la ventilación adecuada del espacio, informa Efe.
Asimismo, en otros espacios cerrados de uso público como comercios, otros en los que las personas permanecen un tiempo prolongado sin comer ni beber (cines, teatros, salas de conciertos, museos, etc.) o en los que sí lo hacen (bares, restaurantes, locales de ocio nocturno…) lo que recomiendan es un uso responsable, al igual que en el entorno familiar y privado.