La Clostridium difficile produce lesiones intestinales
Científicos de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) en colaboración con la Universidad de Leiden (Países Bajos) han descubierto que una bacteria, hasta ahora exclusiva de zonas hospitalarias, ha traspasado las puertas de los centros sanitarios y ha conseguido llegar a los parques infantiles de la ciudad de Madrid.
Esta especie bacteriana, conocida como Clostridium difficile, causa lesiones en el intestino. Sobre todo se encuentra en hospitales y centros sanitarios, pero se ha descubierto que ha llegado a ciertos areneros infantiles y de animales de algunos parques de la capital.
Cabe destacar que la aparición de esta bacteria en lugares inusuales hasta ahora hace que el riesgo sanitario ambiental se eleve considerablemente.
José Luis Blanco, responsable del departamento de Sanidad Animal de la UCM ha afirmado que «hace unos años prácticamente el 100% de las infecciones humanas por esta bacteria eran hospitalarias. Hoy en día se ha rebajado ese número al 95% y en los próximos años seguirán aumentando los casos contagiados fuera del hospital».
Los investigadores advierten de que otros parques de la región y grandes ciudades podrían ser también cunas de gestación para estos microorganismos.
Sin embargo, se ha confirmado que en menores de 2 años esta bacteria no tiene ningún tipo de efecto ya que su cuerpo no se encuentra lo suficientemente formado como para ser receptor de este tipo de toxinas.
«A partir de esa edad, sí puede producir enfermedades, además de transformarse en transmisores de la misma», sentencia el doctor Blanco en un artículo publicado por la revista Public Health.
Como consecuencia de la injerencia de esta bacteria en nuestro organismo y el posterior tratamiento antibacteriano que podamos utilizar, nuestra flora intestinal puede verse alterada de tal forma que se llegue al extremo de tener que extirpar una parte del intestino.
Sin embargo, estos son extremos. La mortalidad tampoco es una de las consecuencias principales de esta infección ya que según el doctor Blanco «no se origina un número elevado de muertes, pero sí se traduce en un elevado coste económico para la administración».
En cuanto a los animales, en los que se ha demostrado que la Clostridium difficile también afecta, un equipo de la Facultad de Veterinaria de la Complutense ha aislado a una serie de especies con el objetivo de analizar en profundidad sus efectos.
Como posible solución al problema, se propone que los suelos de los parques infantiles sean sustituidos por caucho y vallar las zonas de recreo para evitar la presencia de esta bacteria, tan difícil de erradicar.