La Organización Colegial Veterinaria cree que «va a generar más problemas de los que pretende solucionar», por lo que puede convertirse en otra chapuza como la del «solo sí es sí»
La Organización Colegial Veterinaria (OCV) lamenta el resultado de la votación sobre la Ley de Bienestar Animal que se ha aprobado hoy en el Congreso de los Diputados puesto que, tal y como destaca su presidente, Luis Alberto Calvo, «va a generar más problemas de los que pretende solucionar y sale adelante con una preocupante falta de consenso social, político y científico».
Unidas Podemos, ERC y Bildu han salvado junto con los votos del PSOE el polémico proyecto de ley que excluye finalmente a los perros de caza, así como a los toros y a los animales de producción y experimentación, una norma que no solo indigna a los veterinarios, también a los animalistas y a los cazadores y que seguirá su tramitación en el Senado hasta su aprobación definitiva.
Entre las claves de la nueva ley está la prohibición del sacrificio de animales de compañía y se obliga a los dueños de perros a realizar un curso formativo y a tener un seguro de responsabilidad civil. Además se prohibe la venta de animales en tiendas y solo podrá haber criadores registrados. También se prohíbe tener a los perros en terrazas, balcones, sótanos o atados en la puerta de un establecimiento sin presencia del dueño; y se deroga el listado de razas de perros potencialmente peligrosas. Y entre otras cosas, se crea un nuevo listado de animales que sí se podrán tener en casa y que todavía no ha sido elaborado, en el que algunas especies que ahora se pueden tener quedarán excluidas.
Volviendo a los veterinarios, Calvo solicita que este texto se revise en su próximo trámite en el Senado, ya que su puesta en práctica en los términos actuales «causará situaciones de difícil solución o indeseadas como hemos comprobado con otras normativas recientes».
«Nos preocupa tremendamente la indefensión en la que quedarán los veterinarios, únicos profesionales titulados con conocimientos específicos en bienestar animal», critica el presidente de la Organización Colegial Veterinaria.
En este sentido, considera que la normativa «nos puede abocar a situaciones cercanas al maltrato animal», al haber eliminado el criterio técnico de los profesionales en la toma de decisiones en cuestiones tan importantes como la eutanasia.
Asimismo, la OCV insiste en que «la Ley aprobada presenta lagunas e incoherencias, carece del rigor científico exigible y utiliza conceptos difícilmente cuantificables desde un punto de vista objetivo, como el de dignidad. Además, no va acompañada de los medios necesarios para su puesta en marcha en términos presupuestarios».
Las principales críticas de la Organización se han dirigido hacia la indefinición de la formación en tenencia responsable, la gestión de las colonias felinas, las restricciones en especies exóticas, la esterilización obligatoria como método para evitar camadas no deseadas y la ausencia del perito veterinario, figura básica para luchar contra el maltrato animal, entre otras cuestiones, señalan.
No obstante, el presidente de los veterinarios españoles cree que «es completamente necesaria una Ley de Bienestar Animal, que regule un nuevo marco de relación entre animales y ciudadanos sin afán prohibicionista, pero debe redactarse con criterios basados en la ciencia y contando con quienes tenemos a nuestro cargo la sanidad y el bienestar animal».
También incide en que «tiene que recoger definiciones claras», «ya que el bienestar animal surge de la ciencia y determina el estado de los animales y cómo se les debe cuidar para que tengan sus necesidades cubiertas, según razas y especies».