Se ha reducido el espacio para los coches y se han ampliado las aceras, instalando nuevos bancos, farolas y semáforos
El Ayuntamiento de Madrid inaugura este viernes la nueva Gran Vía, tras la obras desarrolladas en los últimos meses y que han permitido reducir el espacio para los coches y ampliar las aceras para los peatones, añadiendo sombra y nuevos bancos.
La remodelación de la arteria de la capital, que ha costado 9 millones de euros, se ha convertido en el principal proyecto de Manuela Carmena para reducir la contaminación y hacer de Madrid una ciudad para el peatón.
La Gran Vía tiene desde este viernes dos carriles en cada sentido, uno para el tráfico de vehículos autorizados y otro para el transporte público y las bicicletas, y solo se puede circular a un máximo de 30 kilómetros por hora.
En cuanto a las aceras, se han ensanchado unos tres metros más por lado y los peatones tendrán en total 28.571 metros cuadrados para pasear, mientras que los coches pierden un carril por sentido.
Para el pavimento se ha utilizado el mismo tipo de granito con el que se reformaron las aceras de la Gran Vía hace 15 años. Además, no hay diferencia de altura entre las aceras y la calzada.
Una de las grandes novedades de la nueva Gran Vía es que, si antes era difícil poder sentarse porque apenas había bancos, ahora se han instalado un total de 143, de los cuales 33 son de madera y 110 de piedra. Los bancos de madera son modulables, ofreciendo distintas posibilidades para sentarse.
Por otro lado, se han plantado 89 perales chinos, unos árboles de hoja caduca que en primavera tendrán flores blancas.
Otra de los elementos que más han llamado la atención son los nuevos semáforos: de diseño, con forma redondita y de estilo retro. Se han instalado un total de 95.
Respecto a la iluminación, se han colocado 228 farolas de última generación, con tecnología led y con un diseño también específico que permitirá un notable ahorro energético.
La Gran Vía, además, estrena este viernes luces de Navidad, día en el que se procederá al encendido en toda la ciudad de Madrid.
Con su nueva imagen, la histórica calle se prepara también para ser el eje principal del proyecto Madrid Central que, si los recursos de la Comunidad de Madrid no lo impiden, entrará en vigor el 30 de noviembre,
Desde esa fecha, por las calles céntricas de la capital solo podrán circular los coches de residentes y de sus invitados, el transporte público, vehículos de servicios sanitarios e industriales, de reparto con permiso y vehículos con etiqueta cero emisiones.
Gran Vía antes / Gran Vía hoy. Encuentre las diferencias. ? pic.twitter.com/EPbzvy239a
— Ayuntamiento Madrid (@MADRID) 22 de noviembre de 2018