Está prevista también la instalación de sensores de llenado en los 6.000 expendedores de bolsas caninas para detectar cuándo se quedan vacías
El Ayuntamiento de Madrid inicia la revolución tecnológica de los servicios de limpieza de la ciudad con el contrato de servicios que ha autorizado este lunes la Junta de Gobierno para el suministro, instalación, mantenimiento y conservación de las papeleras. El Área de Medio Ambiente y Movilidad que dirige Borja Carabante destinará un gasto plurianual de 24,4 millones de euros para este servicio que incorpora, entre las principales novedades, la instalación de un mínimo de 1.300 papeleras compactadoras solares.
Ámsterdam, Dublín, Praga, Viena y otras ciudades europeas ya cuentan con este sistema en sus calles. Las papeleras solares son más grandes, con capacidad para al menos 120 litros, y con la previsión de que permitan la recogida selectiva, asimismo compactan los residuos e incluyen sensores que indican cuándo están llenas para proceder a su vaciado.
Además, la tecnología que incorporan permite su bloqueo para que no se puedan introducir objetos cuando las fuerzas de seguridad así lo ordenen. Las actuales papeleras tienen que ser retiradas en caso de alerta, un proceso que dificulta las labores de los operarios de limpieza.
Como novedad también se van a adquirir los primeros vehículos cero emisiones y ECO para el mantenimiento y vaciado de estas papeleras inteligentes. El objetivo es renovar todo el parque, comenzando por 14 vehículos lavapapeleras, nueve para mantenimiento, cuatro de inspección y 17 motos para la reposición de bolsas. Todos ellos estarán propulsados por energía eléctrica o Gas Natural Comprimido (GNC).
El nuevo contrato impone la creación de un sistema informático que permita visualizar en tiempo real y sobre información geográfica las rutas de trabajo y la ubicación de los diferentes itinerarios de los servicios prestados. Los servicios deberán disponer obligatoriamente de un programa informático de gestión de flotas GPS/GPRS, de manera que los vehículos puedan ser localizados en cualquier momento.
El contrato que se va a licitar incluye la instalación de más de 6.000 sensores volumétricos en las papeleras, lo que supone una mejora en el servicio ya que permitirá medir el nivel de llenado de las mismas para crear una red eficaz. Con estos dispositivos se conocerá cómo se utilizan las papeleras, cuáles se llenan antes y cuáles tardan más en hacerlo, en qué zonas pueden hacer falta más y en cuáles podría haber una dotación excesiva.
Estos sensores irán cambiando de lugar para permitir adecuar la ubicación de las papeleras a las necesidades de la ciudad. La lectura de llenado de la papelera que recopilan estos dispositivos se enviará a un sistema informático cada hora durante las 24 horas de los 7 días de la semana.
Este contrato añade la instalación de al menos 300 papeleras aro con bolsas de 120 litros para grandes eventos, una medida que ha comenzado a utilizarse este año y que está resultando beneficiosa no solo en materia de seguridad. Se trata de bolsas transparentes que permiten ver lo que hay en el interior y la capacidad de llenado para evitar que los ciudadanos depositen residuos si están a punto de colmatarse y que estos acaben en el suelo. Se podrá alcanzar la cifra de 600 papeleras aro en las ofertas de los licitadores
Se incorpora a este contrato, cuando finalice el integral de limpieza, el servicio de reposición de bolsas biodegradables para recogida de excrementos caninos en las papeleras con dispensador. Se prevé el aprovisionamiento de un mínimo de 88 millones de unidades anuales (un 10% más del mínimo actual), pudiendo llegar a un máximo de 120 millones de unidades como mejora en los criterios de adjudicación.
Está prevista también como mejora la instalación de sensores de llenado de los más de 6.000 expendedores de bolsas caninas que hay en la ciudad para detectar cuándo se quedan vacíos.
El adjudicatario, además de la reposición, mantenimiento, limpieza y conservación de las 66.334 papeleras con cenicero que hay en Madrid, también se tendrá que hacer cargo de las 23.000 situadas en zonas verdes que se encuentran deterioradas y que se han de reponer por otras nuevas, más modernas y eficaces.
El contrato tiene una duración de cinco años, siendo la fecha prevista de inicio el 4 de marzo de 2020. El gasto se distribuirá por anualidades hasta 2024 (4,1 millones de euros en 2020; 7,5 millones en 2021; 5,6 millones en 2022; 5,6 millones en 2023 y 1,4 millones en 2024).