Una gran pitada contra la prohibición de los circos con animales
Medio centenar de camiones de circo han colapsado esta mañana un carril del Paseo de la Castellana de Madrid para exigir al Ministerio de Cultura que apoye los espectáculos con animales e impulse una Ley nacional que los blinde como a los Toros.
La protesta había sido convocada a raíz de que el Ayuntamiento de Madrid haya dado un primer paso para vetar el uso de animales en este tipo de espectáculos.
La marcha ha arrancado en Plaza de Castilla hasta llegar a la Plaza de Las Ventas, donde se han concentrado cerca de un centenar de personas, entre empresarios y empleados de diferentes circos, y donde han desplegado una gran pancarta en la que se podía leer Sí al circo con animales.
La Asociación Circos Reunidos, promotora de la protesta, ha señalado que la intención es pedir «que el circo con animales sea protegido y no se pueda prohibir en ninguna ciudad, ya que es anticonstitucional y prohibirlo infringe 10 leyes europeas».
«Que el circo empiece a ser considerado y esté más protegido, somos una parte del sector de la cultura importante. Que haya unas leyes nacionales en defensa del circo tradicional como en el resto de Europa. Somos los primeros que queremos el bienestar de nuestros animales», han indicado desde dicha asociación.
El malestar ha tomado forma de protesta en pleno centro de Madrid donde, con los habituales camiones de gran tonelaje en los que transportan sus carpas, sus atracciones y sus animales, varios empresarios del mundo del circo han bloqueado un carril de la Castellana para que las autoridades tomen en cuenta sus reivindicaciones.
La marcha ha terminado en la Plaza de las Ventas con una gran pitada, con la que han querido escenificar su malestar.
Diálogo con Manuela Carmena
Ayer mismo, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, se reunió con una representación de la Asociación Circos Reunidos a los que les ha explicado que mientras que no haya una ordenanza municipal aprobada no se impedirán los circos con presencia de animales en la ciudad.
En el Pleno de enero, el delegado de Salud, Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid, Javier Barbero, aseguró que los técnicos municipales están analizando cómo desarrollar una ordenanza que recoja la «sensibilidad» de la sociedad civil hacia los animales, que, según remarcó, «no nacieron para ser enjaulados».
«Madrid debe seguir siendo una ciudad amiga de los circos y sus profesionales, pero recogiendo el respeto a los derechos básicos de los animales», dijo el edil del gobierno de Manuela Carmena, además de avanzar que la futura normativa tendrá «un tiempo de transición» que permita a los trabajadores del sector adaptarse a las nuevas reglas.
Por su parte los representantes aseguran que todos los animales con los que trabajan son nacidos en cautividad y que no están encadenados ni son adiestrados con métodos violentos. Se quejan además de que unos 300 Ayuntamientos de España no les permitan actuar en sus términos municipales.
Aquí en la zona del Henares, Coslada fue el primer Ayuntamiento que decidió prohibir la instalación de circos con animales en la ciudad.