Viajar entre vagones y otros juegos peligrosos en Metro y Cercanías
Viajar entre los vagones del Metro de Madrid se ha convertido en un peligroso juego entre los adolescentes, a pesar de los numerosos accidentes ocurridos en el suburbano madrileño, como el más reciente, en el que un joven marroquí de 13 años perdió las dos piernas al caer a las vías y ser arrollado por el tren.
Esta práctica de ir subido en el acople de los vagones cuando el tren está en marcha se ha saldado ya con más de una veintena de accidentes en el Metro de Madrid, dejando varios muertos y heridos con miembros mutilados en las últimas décadas.
Lo más triste de todo es que poco después de ocurrir el suceso, un usuario del Metro pudo grabar unas imágenes que están circulando estos días por las redes sociales y en las que se puede ver a dos jóvenes practicando el mismo juego, viajando entre dos vagones en la estación de Portazgo.
Tanto Metro de Madrid como la Policía Nacional investigan este tipo de hechos, que suelen ser prácticas habituales en las líneas más antiguas, como la 1, la 2, la 3 y la 4, donde circulan trenes con más años, cuyos vagones no están conectados y pueden subirse fácilmente en el hueco que queda entre ellos.
Una práctica que también se da en Cercanías. Grupos de adolescentes en contadas ocasiones quedan en las estaciones a una hora poco concurrida para engancharse a los trenes una vez que éstos están en marcha y poder viajar así hasta la siguiente estación o para cruzar las vías antes de que pase el tren. A pesar de las cámaras de seguridad y de la vigilancia que cada día controla el transporte público ferroviario, a veces es imposible evitarlo.
La muerte del niño Chema en Torrejón
Aquí en el Corredor del Henares, lugar por donde transcurren las líneas de Cercanías que unen Madrid con Guadalajara, han ocurrido algunos episodios similares, de prácticas juveniles peligrosas y suicidas.
La más trágica que se recuerda ocurrió a primeros de siglo, en el año 2000, y conmocionó a la opinión pública de entonces. Un chico de 15 años, llamado Chema, murió atropellado por un tren en Torrejón de Ardoz cuando se encontraba junto a unos amigos en las inmediaciones de las vías, junto al conocido como Puente de Risi, donde solían quedar para practicar el mismo juego mortal.
Según recogen las crónicas de la época, los chicos jugaban a brincar las vías y salir corriendo cuando veían que el tren estaba a unos 30 ó 40 metros de distancia, pero siempre delante de los lentos trenes de mercancías.
«Chema saltó la vía delante del tren de mercancías que se dirigía hacia Alcalá de Henares. Tras ese brinco se encontró con otro de Cercanías que circulaba en sentido Madrid. El chico no reaccionó. Se vio atrapado entre los dos trenes. Se asustó y retrocedió. El mercancías le golpeó en la pierna. El chico voló cuatro metros hasta que fue arrollado por el convoy de Cercanías», informaba entonces el diario El País. «Los amigos, abatidos, confesaron que trataban de divertirse aguantando el tipo ante los trenes», añadía el citado periódico.
Tanto Metro de Madrid como Cercanías Madrid recuerdan que este tipo de incidentes, y con las medidas de seguridad que se tienen hoy en día, no suelen ser habituales, aunque están muy vigilantes ante diferentes imprudencias cometidas por pasajeros, como quienes accionan el freno de emergencias en pleno recorrido, quienes tratan de abrir las puertas, bajar o subir con el tren en marcha, o quienes cruzan de un andén a otro por lugares prohibidos.
No obstante, partidos como Podemos exigen medidas para evitar este tipo de desgracias en el futuro.