El mal uso de mochilas y carritos escolares provoca un aumento de las consultas en fisioterapia por dolores cervicales y lumbares entre los niños
Dolores lumbares, dolores cervicales, deformaciones de la columna, sobrecargas en la zona cervical y en los trapecios… Estas son algunas de las afecciones que produce el sobrepeso de las mochilas que los niños cargan para ir y volver del colegio.
En el Grado de Fisioterapia de la Universidad de Alcalá de Henares se imparte la asignatura Fisioterapia y salud en las distintas etapas de la vida, en la que, como actividad práctica, los estudiantes de cuarto curso ofrecen a los alumnos de Infantil y Primaria nociones básicas sobre hábitos posturales saludables.
Entre esos hábitos se encuentra cómo cargar la mochila de la manera más adecuada para evitar la aparición de dolores prematuros de espalda. Este año las prácticas se han desarrollado en el colegio Luis Vives de Alcalá de Henares.
Una de las profesoras de la asignatura, Susana Núñez, explica que la actividad está abierta a educadores, padres y escolares, con el objetivo de que todos conozcan y pongan en práctica cómo tienen que ser los cuidados de la espalda y por qué tienen que ser así.
Este año el monográfico sobre hábitos saludables se ha centrado en las mochilas y la conclusión es clara: los niños transportan más peso del recomendable (según los expertos, nunca puede ser superior al 10% del peso corporal del pequeño) y, eso, sumado a otros hábitos posturales poco saludables, como el modo en que se sientan, cómo usan los dispositivos electrónicos o la falta de actividad física, está provocando un aumento de las consultas médicas y de fisioterapia por dolores de espalda.
Normas para cargar bien la mochila
Las normas para llevar la mochila bien colocada a la espalda son básicas: El peso es fundamental y debe ser el mínimo posible; las asas tienen que ser anchas, acolchadas y deben llevarse colgadas en los dos hombros. Cuando la mochila va cargada con mucho peso es recomendable complementar las asas con una cincha al nivel de la cintura y la parte trasera de la mochila, la que está en contacto con la espalda, también tiene que estar acolchada, señala la profesora.
Es importante la disposición de los libros en la mochila, ya que los más pesados deberían estar más próximos a la espalda, y también la colocación de la mochila en la espalda, que en ningún caso debe colgar por debajo de la cintura del niño porque eso obliga a realizar más esfuerzos lumbares.
La mochila debe estar pegada a la zona dorsal y por encima de la cintura. Para coger las mochilas del suelo hay que agacharse con las rodillas flexionadas y abrazarla lo más cerca posible del cuerpo.
Mochila o carrito
El debate entre si elegir mochila o carrito para ir al colegio nunca se cierra pero, en este caso, la profesora de la UAH indica que es mejor llevar el peso en el carrito que en la mochila a la espalda, pero con muchas matizaciones, ya que pensamos a veces que los carritos son maletas para una semana y se cargan sobremanera. El peso, en todos los casos, debe ser el imprescindible, porque tirar del carrito también provoca una torsión de la columna que puede ser nociva.
En este caso, lo adecuado no es tirar del carrito, como se hace habitualmente, sino empujarlo por delante de nuestro cuerpo, con las manos a la altura de la cintura. Y si se insiste en tirar de él, al menos es conveniente cambiar de mano de tanto en tanto.
Para paliar a este inevitable peso con el que hay que cargar durante años y años de vida escolar, lo mejor es tener hábitos saludables de vida: evitar el sobrepeso corporal, realizar actividad física para fortalecer la musculatura, evitar en la medida de lo posible la vida sedentaria e intentar, si se puede, un cambio de postura (si se está sentado, levantarse, y al revés) cada 45 minutos.
La profesora Núñez también considera imprescindible que este tipo de materias se incluyan en el currículum escolar y se impartan de forma continuada durante toda la etapa de Primaria.