El único sospechoso ha quedado en libertad por falta de pruebas
El juzgado de Costa Rica que se ha hecho cargo del caso del asesinato de la española Arantxa Gutiérrez López, vecina de San Fernando de Henares, considera que no hay pruebas para acusar al único detenido, un ciudadano nicaragüense de 33 años de edad.
El juzgado ha decidido no imponer medidas cautelares por el crimen a Albin Díaz aunque permanecerá retenido por entrar en Costa Rica ilegalmente.
Díaz fue detenido el pasado domingo en una zona cercana a Tortuguero, localidad caribeña donde el sábado apareció el cuerpo de la joven, de 31 años. Varios vecinos declararon haberle visto hablar con la fallecida.
No obstante, la Fiscalía ha apelado la resolución y espera la celebración de una nueva audiencia, ahora ante un Tribunal Penal, para volver a pedir prisión preventiva, según informa Efe.
A la espera de las pruebas de ADN
El director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ, equivalente a la Policía Judicial española), Walter Espinoza, ha asegurado que el caso no está cerrado y que se deben esperar los resultados de las pruebas de ADN de los restos biológicos encontrados en el cuerpo de la víctima.
La joven, alicantina pero residente junto a su pareja en San Fernando, murió el sábado pasado en Tortuguero aparentemente estrangulada cuando había salido a caminar por un sendero. Los investigadores barajan el ataque sexual como el principal móvil del crimen.
Arantxa estaba de vacaciones en Costa Rica desde el pasado el 1 de agosto, cuando llegó en compañía de su pareja y de unos amigos para disfrutar de su primer viaje al país.
Por su parte, el único sospechoso había entrado en Costa Rica de forma irregular hace tres meses para trabajar en un hotel de Tortuguero, adonde la Policía se ha desplazado este miércoles para efectuar nuevas diligencias que puedan determinar su culpabilidad y si puede haber más personas implicadas.