Los jóvenes fallecidos eran novios y estaban celebrando una fiesta
Dos menores de 17 años, un chico y una chica, han muerto este martes en Madrid tras desprenderse el suelo del ascensor en el que estaban y caer al vacío desde un noveno piso.
El suceso ocurría a las 16.45 horas en un edificio situado en el número 4 de la calle Hermanos Bécquer, en pleno barrio de Salamanca, en una de las zonas más exclusivas de Madrid.
La chica vivía en el inmueble con su familia y desde hace dos años eran novios. Los dos estudiaban 2º de Bachillerato en el colegio Nuestra Señora del Recuerdo y acababan de terminar los exámenes, por eso habían quedado allí con otros amigos, para celebrar una fiesta en un ático común del edificio situado en el noveno piso.
Según las primeras investigaciones, los dos menores bajaron a coger algunas cosas al sexto donde tiene su domicilio la fallecida, cuando por causas que se desconocen el suelo de cristal del ascensor se hundió, lo que provocó que sus cuerpos cayeran al vacío.
Los sanitarios del SAMUR tan solo pudieron confirmar su muerte por politraumatismos, y los psicólogos atendieron en un hospital de campaña instalado en la calle a varios familiares y amigos que se encontraban allí muy afectados por el suceso.
La investigación sigue abierta. La Policía Científica trata de averiguar el estado en el que se encontraba el ascensor y poder determinar si el accidente se produjo cuando se desprendió el suelo o cuando se rompió la mampara, también de cristal, y ésta pudo arrastrar a la plataforma.
Lo último que se sabe, según ha informado la Comunidad de Madrid, es que el ascensor había pasado en 2015 la última inspección, una revisión obligatoria que todos los ascensores deben pasar cada cuatro años.
Además, el pasado mes de abril, según las mismas fuentes, el elevador se había sometido a labores de mantenimiento.
El inmueble era propiedad de la familia de la joven fallecida y había sido reformado entre 2013 y 2015. Fue la inmobiliaria del Grupo Millenium la que se encargó de la obra de varias viviendas de 300 metros cuadrados, para después venderlas por entre 1,7 y 1,9 millones de euros.
Las causas por las que los dos menores acabaron en el foso son por ahora una incógnita.