El líder del PP asegura que si llega a la Moncloa será uno de sus proyectos prioritarios para el Corredor del Henares
El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, ha prometido este domingo en un acto en Alcalá de Henares a construir el carril Bus-VAO de la A-2, así como a ejecutar una variante en la A-1 de peaje.
Lo ha dicho durante la presentación de los candidatos de la zona Este de Madrid a las elecciones municipales y autonómicas del 26 de mayo.
En el acto intervinieron también la candidata del PP a la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, el presidente del partido en Madrid, Pío García Escudero, y la candidata a la alcaldía de Alcalá, Judith Piquet, quien se comprometió a «conseguir un partido fuerte y unido para poner a Alcalá de Henares donde se merece y llevar a Pablo Casado hasta la Moncloa».
El proyecto del Bus-VAO para la A-2 viene de lejos, en concreto del anterior Gobierno popular de Mariano Rajoy. Era un compromiso de aquel Gobierno, de la Comunidad de Madrid y del Ayuntamiento de la capital que el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha guardado en un cajón.
Se desarrollaría en dos fases, con una inversión global de 15 millones de euros
La medida, que contribuiría a reducir la contaminación y la emisión de gases de efecto invernadero, es fruto del proceso iniciado el 28 de noviembre de 2017 por las tres administraciones, cuando suscribieron un acuerdo general para colaborar en la puesta en marcha de esta intervención viaria, que se desarrollaría en dos fases, con una inversión global de 15 millones de euros.
La iniciativa contemplaba reservar el carril izquierdo de la calzada para los autobuses y Vehículos de Alta Ocupación, lo que permitiría hacer el transporte público más atractivo y competitivo, según informó el Gobierno regional.
El carril enlazaría Madrid con Torrejón de Ardoz, desde el kilómetro 23,5 hasta el 4,2 en el sentido entrada y del 6,1 hasta el 14,9 en sentido salida.
El carril se controlaría mediante un sistema de Gestión Inteligente de la Carretera (ITS), que permitirá activarlo o desactivarlo en tiempo real.
Además, contemplaba señalización horizontal-vertical, identificación del carril reservado mediante una baliza luminosa, cámaras, aforadores y paneles de señalización variable, cuya operación se integraba con los sistemas ya existentes en la vía.
A diferencia del Bus-VAO de la autovía A-6 (carretera de La Coruña), en este caso se anunció que no existiría separación física entre este carril y el resto de carriles de la calzada.