Desde la ermita de San Roque hasta la Plaza Mayor
Guadalajara disfrutó, por tercer año consecutivo, del desfile de Papá Noel, que en la víspera de Nochebuena recorrió las calles del centro de la ciudad ante la expectación de cientos de niños.
Desde la ermita de San Roque hasta la Plaza Mayor, atravesando el parque de la Concordia, Papá Noel, montado en su coche trineo y acompañado por sus comparsas de elfos y patinadoras, fue repartiendo saludos a todos los pequeños y recogiendo algunas de sus cartas.
Junto a las fantasías navideñas, una banda de música con un grupo de majorettes incluido, desfiló con sus coreografías de baile y acrobacias al tiempo que varios grinches jugaban y bailaban con niños y mayores.
El desfile acabó en la Plaza Mayor de Guadalajara, donde Papá Noel se despidió de los niños, prometiendo regresar cargado de juguetes.