El menor ha tenido que ser operado tras la brutal agresión que sufrió en un parque
La familia del menor que el pasado sábado por la tarde resultó herido tras ser atacado por un perro en la localidad de Torrejón del Rey (Guadalajara), como adelantamos aquí en MiraCorredor, pide la colaboración ciudadana para tratar de localizar al dueño del animal, que andaba suelto, y que se ensañó con el pequeño de 10 años de edad.
Los hechos ocurrieron sobre las 18.10 horas en el Parque Las Castillas donde un perro atacó al menor, a quien socorrió primero la dueña de un bar cercano. Poco antes, mordió a un joven de 20 años. En todo momento el perro iba acompañado de otro más grande (los dos que aparecen en la foto cedida a MiraCorredor).
El joven pudo desplazarse por sus propios medios al centro de salud de la vecina localidad de El Casar, pero el menor tuvo que ser trasladado por la Guardia Civil al Hospital de Guadalajara donde fue intervenido quirúrgicamente por una mordedura en un gemelo.
Al parecer, el niño iba en bicicleta despacio mientras le acompañaba un amigo caminando y se dirigían a casa de otro amigo. El perro fue directamente a por ellos, se dispersaron y eligió al pequeño Héctor.
El ataque fue tan brutal que la Guardia Civil tuvo que disparar al animal porque no había manera de que soltase al niño. El cadáver del perro ha sido conservado para llevar cabo una investigación tras la denuncia presentada por la familia. El otro perro, salió huyendo.
El padre de Héctor, Sergio López, explica a MiraCorredor que la operación duró hora y media y salió bien, a pesar de la gravedad de la herida. «Le falta un cacho de carne importante, en el gemelo. Ahora vamos a ver que no le queden secuelas, que al final es lo que más me preocupa. Y habrá que buscar responsabilidades», explica.
En este sentido, se pide la colaboración de los vecinos con el fin localizar al dueño del animal para poder denunciarle pero, además, es urgente para saber qué vacunas tenía puestas. «Al desconocer la procedencia del animal no sabemos las vacunas que pueda tener. Hay una de las vacunas que no le pueden poner a mi hijo porque tiene un déficit de IgA en la sangre».
El perro que atacó a Héctor, un mestizo de pequeño tamaño y color negro, no tenía chip. El otro, tipo dogan alemán de tamaño muy grande, llevaba un collar, por lo que sospechan que los animales pertenecen a alguien de la zona.
Ahora, Héctor, tiene miedo, según comenta su padre: «Dice que no va volver a salir de casa y sus amigos también se lo han dicho a sus padres».