Las sanciones pueden llegar a los 300 euros
Agentes de paisano de la Policía Local de Velilla de San Antonio están patrullando la localidad para frenar el incremento de los excrementos caninos en la vía pública, un problema que afecta a todos los municipios y que acumula numerosas quejas vecinales.
Los policías recorren las zonas verdes del municipio para pillar in fraganti a los dueños de las mascotas que no recogen las heces.
En ese momento, los agentes se acercan, se identifican mostrando su placa, y proceden a extender una denuncia en cumplimiento de las ordenanzas municipales.
Esta misma semana se han levantado tres actas de denuncia por este motivo, una en el Parque de la Cañada, junto a la Piscina Municipal; y dos en la calle Venezuela, en las proximidades con la calle Brasil.
El cuerpo municipal recuerda que las sanciones pueden llegar a los 300 euros.
La medida no es nueva y ya se viene aplicando en otros municipios como Torres de la Alameda, cuyo Ayuntamiento anunció hace meses que iba a poner a patrullar de paisano a su Policía para coger con las manos en la masa a los infractores, ya que es de las pocas maneras que existen para demostrar que una persona no ha recogido las heces de su perro.
Otros ayuntamientos como Meco han implantado el análisis de ADN a los excrementos para sancionar a los dueños incívicos que no los recogen.
Una técnica que están estudiando otras localidades como Madrid y Alcalá de Henares y que, en el caso de Meco, ha logrado un efecto disuasorio, llegando a reducir la presencia de excrementos en las calles hasta en un 80%, según el Consistorio.
Se trata de una solución que va ligada al censo de animales y que permite identificar a los propietarios de los perros de forma precisa.