La OCU advierte de que las constantes subidas del precio de la electricidad, el butano y los carburantes vuelven a trasladarse a los precios de la alimentación
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advierte de que el precio de los carburantes ha entrado en una espiral de récords que se supera de una semana a otra. El precio del diésel alcanza ya un precio medio de 1,787 euros/litro, lo que supone una subida del 32,7% desde el 3 de enero. Y casi iguala ya al de la gasolina 95, que llega a los 1,823 euros/litro y acumula una subida del 23,2%.
Traducido a un repostaje de 50 litros, supone un coste extra para el consumidor de 22,01 y 17,19 euros en diésel y gasolina, respectivamente. Comparando con el precio medio de 2021, la OCU calcula que los usuarios han sufrido un sobrecoste anual, para 20.000 kilómetros recorridos, de 650 euros para el diésel y de 664 euros para la gasolina.
Y es que desde los valores medios de 2021 el precio del diésel ha aumentado un 43,5%; y el de la gasolina 95, un 32,1%. Además, prevé que los precios de los carburantes sigan subiendo mientras la oferta actual no alcance a cubrir la creciente demanda mundial. Más ahora con las posibles embargos al petróleo procedente de Rusia, que suma un tercio de la producción mundial.
De hecho, la mitad de las subidas de este año se han producido en las últimas dos semanas, coincidiendo con el inicio de la guerra. «Ahora, más que nunca, conviene buscar las estaciones de servicio más baratas», señala la OCU. Calcula que es posible ahorrar hasta un 20% en carburantes priorizando las gasolineras más baratas, que suelen corresponder con estaciones low cost o asociadas a súper e hipermercados.
Aunque también depende mucho de la comunidad autónoma. Según la calculadora de la OCU, en Madrid, por ejemplo, pueden ahorrarse hasta 20 euros en diésel cada vez que se llena el depósito; y hasta 13 euros en gasolina. Además, la organización advierte de que, igual que ocurre con la factura eléctrica y del gas, la subida de los carburantes ya está afectando a los precios de otros bienes y servicios.
En el caso concreto de los carburantes, afecta directamente al coste del transporte de mercancías, que tiene especial incidencia en los alimentos, un bien de primera necesidad que ya arrastra importantes subidas. La OCU considera especialmente preocupante la subida del precio de la fruta (3,8%), las legumbres (3,1%) y los alimentos para bebés (5,0%).
Otros productos básicos afectados, aunque en menor medida, son la leche entera (1,9%), la leche desnatada (1,6%), el pescado congelado (1,3%), el pan (1,1%) y el queso (1,1%). También llama la atención las extraordinarias subidas de salsas y condimentos (5,2%), el agua mineral (5,1%) y los platos preparados (4,5%).
Por el contrario, durante el mes de febrero se han producido importantes bajadas de precios en los pescados frescos (-7,1%) y en la carne de ovino (-5,2%), si bien ambos arrastraban importantes subidas en meses anteriores. En febrero los alimentos han subido un 0,8%, lo mismo que el IPC general, lo que supone un aumento interanual del 5,6% en esta partida.