Pensaba que las joyas eran «baratijas»
El técnico de montaje que ayer se entregó como autor del robo de las joyas por valor de 30.000 euros que fueron sustraídas de un cuarto durante la ceremonia de los Goya, ha quedado en libertad tras declarar ante la Policía Nacional.
Durante su comparecencia, habría señalado que pensaba que las joyas eran «baratijas» y que en un principio, cuando vio la noticia, no pensó que se referían a las joyas que había cogido al estar hablando de que valían mucho más de lo que pensaba.
Tras prestar declaración policial, ha quedado en libertad con la obligación de comparecer ante el juez cuando se le cite a declarar por los citados hechos.
Se trata de un hombre de 50 años sin antecedentes que este mismo jueves se personó en la Comisaría de San Blas, donde se había interpuesto la denuncia el lunes siguiente a la celebración de la fiesta anual del cine español, según han informado fuentes policiales.
El hombre, que fue a la comisaría acompañado por un jefe de producción de la gala, ha confesado que se llevó las joyas de la marca Suárez al verlas en el cuarto junto al escenario del que desaparecieron la noche del sábado 4 de febrero, al pensar que no tendrían tanto valor.
La Policía Nacional centró su primera línea de investigación en un trabajador desde el primer momento. Concretamente, se centraron en el análisis de las cámaras de seguridad del Hotel Marriott Auditórium, en la Avenida de Aragón de Madrid, donde se celebró la 31º gala de los Premios Goya.
Las joyas sustraídas eran relojes, una sortija, unos pendientes y unos gemelos, y estaban depositadas en cajas correspondientes al departamento de vestuario sin medidas de seguridad especiales.
La denuncia del robo fue interpuesta a primera hora de la tarde del lunes por el jefe de producción de la Academia. Según la denuncia, fue durante el recuento de la ropa y las joyas prestadas por diferentes marcas cuando se percataron de que faltaba este lote.