La Guardia Civil investiga si el menor fue atacado por uno o varios perros de razas consideradas potencialmente peligrosas
La Guardia Civil, a través de los agentes del Seprona, se encuentra investigando las mordeduras de perro sufridas por un niño de 3 años en una finca de la localidad madrileña de El Molar, donde el pequeño perdió las dos orejas a consecuencia de las dentelladas.
Aunque en principio se informó de que había sido atacado por un perro de la raza bull terrier, los agentes tratan de averiguar si el ataque pudo ser provocado por varios animales, entre ellos algunos de esta raza y de otra también considerada potencialmente peligrosa, como american staffordshire terrier.
Los agentes han procedido a retirar un total de 10 perros de la finca, que han sido trasladados a un centro autorizado de la Comunidad de Madrid.
Los veterinarios analizarán uno por uno a los animales para determinar si sufren algún tipo de enmendad, y se tratará de establecer relación entre las heridas que padece el pequeño en orejas, cara y muslo y los canes.
Los hechos ocurrieron sobre las 16.20 horas del jueves cuando la familia del menor llegó a casa de unos amigos. Cuando estaban en la finca, según las primeras pesquisas, dejaron al niño jugando con los animales y, más tarde, lo encontraron tendido en el suelo, inconsciente y con las citadas mordeduras, por lo que decidieron trasladarlo al Centro de Salud de la localidad.
Una vez allí, fue estabilizado y derivado en UVI móvil al Hospital de La Paz, donde quedó ingresado en estado grave, aunque su vida, en principio, no corre peligro.
Posteriormente, los agentes se entrevistaron con los padres del menor en el hospital, y están recabando toda la información para iniciar la investigación con el fin de depurar posibles responsabilidades. Entre otras cosas, se trata de comprobar si los propietarios contaban con los permisos y licencias pertinentes.
En este sentido, fuentes de la Comunidad de Madrid han asegurado que la legislación que regula la posesión de perros peligrosos establece diversas medidas para evitar que se produzcan ataques y que en el caso de El Molar, se tendrá que aclarar si se ha producido alguna negligencia por parte de los propietarios de los animales.