Localizó una granada anticarro de la Guerra Civil al lado de la valla de un parque
Runa es la perrita labradora de seis años que el pasado lunes por la mañana evitó una masacre en Alcalá de Henares, en las inmediaciones de la Base Primo de Rivera, de la BRIPAC.
Se encontraba paseando junto a su instructor, de la Policía Militar, encargado también de la Unidad Canina.
Periódicamente, realizan reconocimientos alrededor de la Base para ver si hay pintadas en el muro o si hay algún fallo estructural. Ese día, en torno a las 9.45 de la mañana, Runa se paró en un lugar concreto, se quedó sentada.
Según ha podido saber MiraCorredor.tv, al escarbar un poco en el suelo donde se había quedado sentada la perrita, se halló una carcasa metálica. Otro perro de la misma Unidad, llamado Dojo, confirmó y marcó que ahí había explosivos.
Inmediatamente se puso en marcha el protocolo de actuación para estos casos. A la zona llegaron Bomberos, Policía Local, Nacional… y se estableció un cordón de seguridad de 5 metros en torno al artefacto, para después extender el cordón a 15 metros.
Se comprobó que era una granada anticarro de la Guerra Civil que estaba sin detonar y, al contrario de lo que se informó en un principio, estaba cargada y lista para estallar.
Se dio aviso a los TEDAX, que tras llegar al lugar, determinaron que detonarla allí era más peligroso porque podía romper cristales de las viviendas de la zona, había que cortar el tráfico y causar muchas molestias, por lo que decidieron retirarla y llevársela a un lugar seguro para su explosión controlada.
Los TEDAX advirtieron de que si llegara a haber un grupo de niños jugando y aquello llega a explotar «podría haber provocado una masacre».
![Runa en la zona acordonada (MiraCorredor.tv).](http://www.miracorredor.tv/wp-content/uploads/2017/06/runa.003.jpeg)
Runa en la zona acordonada (MiraCorredor.tv).
Runa salvó de un peligro a todo el que pasara por allí, porque además la bomba fue hallada al lado de la valla de un parque cercano que hay junto a la Base, al inicio de la Carretera de Meco. Un parque, con una zona de bancos y una especie de merendero, donde suele ensayar una charanga que acompaña a una de las Peñas de Alcalá.
La perra recibe instrucción diaria, al igual que su compañero Dojo, también especializado en detectar explosivos. Ambos han recibido un curso de siete meses, y colaboran sobre todo con la Guardia Civil, aunque este tipo de situaciones no se dan muy a menudo, ya que el material que se encuentra suele estar bastante enterrado.
Lo asombroso de esta historia es que un perro detecte un explosivo enterrado allí, a unos 20 centímetros de profundidad, 60 años después.
Localizan una granada de la Guerra Civil en Alcalá de Henares