La doctora condenada por matar a tres personas en la Fundación Jiménez Díaz
La doctora Noelia de Mingo, condenada a 25 años de internamiento en un centro psiquiátrico penitenciario por matar a tres personas en 2003 en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid donde trabajaba, disfruta desde el domingo de un permiso penitenciario de 90 días, según lo ha notificado el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 2 de Alicante, provincia en la que está internada De Mingo, a la Sección 16 de la Audiencia Provincial de Madrid, donde fue juzgada, como adelanta El País.
La resolución le permite el desplazamiento sola a Madrid, pernoctando fuera del psiquiátrico bajo control familiar.
La juez esgrime que la doctora se encuentra «estabilizada a nivel psicopatológico» según los informes de los especialistas y recuerda que ya disfrutó de otros permisos sin que constara problema alguno, por lo que concluye que «el factor de riesgo de no reingreso o de recaída delincuencial es mínimo».
Este permiso llega después de que el pasado mes de mayo el Juzgado de Vigilancia Peninteciaria propusiera tras varios estudios psiquiátricos que la reclusa pasara a un tratamiento ambulatorio con custodia familiar fuera del centro, tras 14 años internada. La Fiscalía se mostró a favor. La decisión final dependerá de la Audiencia Provincial de Madrid.
Las familias de las víctimas temen una venganza
La mañana del día 3 de abril de 2003 sacó de su bata un cuchillo de 15 cm y comenzó a acuchillar indiscriminadamente a todo aquel con el que se cruzaba por los pasillos del hospital.
Tres personas murieron (una doctora de 27 años, y dos pacientes). Y otras cinco quedaron heridas de gravedad.
La protagonista de esta historia padecía y aún padece esquizofrenia paranoide, por lo que la Audiencia Provincial de Madrid le impuso una medida de seguridad de internamiento psiquiátrico por un tiempo máximo de 25 años.
Según los informes psiquiátricos, había creado su propia realidad: Pensó que sus propios compañeros la querían perjudicar.
Ahora, tras esta decisión, las familias de las víctimas tienen miedo a una venganza por hacerles responsables de estos años de privación de libertad. Según ha explicado el abogado Carlos Sardinero, quien representa a las familias de los fallecidos, «las enfermedades mentales causan brotes, delirios y alteraciones graves de conducta como ya tuvo. Dicen que su enfermedad está en remisión completa. Serán los síntomas los que tengan una remisión temporal pero no la patología».