Los dueños quieren deshacerse de la casa donde el pasado 17 de agosto Patrick Nogueira mató y descuartizó a sus tíos y sus primos, menores de edad
El chalet donde ocurrió el asesinato de una familia brasileña (el padre, la madre y sus dos hijos) en agosto de 2016, se vende por 127.000 euros, según publica El Confidencial. Y es que los dueños quieren deshacerse cuanto antes de la casa, que han intentado alquilar después de la matanza sin éxito.
«La casa de los horrores», como algunos la llaman, está situada en la urbanización La Arboleda, concretamente la familia descuartizada vivía en el chalet número 594 de la calle Los Sauces.
Cuenta con 140 metros cuadrados construidos y más de 500 de parcela. Tiene dos plantas, con cuatro dormitorios y dos baños, un salón con chimenea y una amplia piscina, además de una barbacoa de obra.
La comunidad tiene además instalaciones deportivas, una escuela infantil y un autobús que lleva a los niños al colegio. El chalet 594 está a escasos treinta metros del control de entrada, ya que se trata de una urbanización vigilada.
Desde la inmobiliaria que se encarga de la venta no ocultan que la gente que llama pregunta si es el chalet de los crímenes, según el citado diario. Algunos cuando les dicen que sí cuelgan inmediatamente, otros en cambio no rechazan poder verlo.
Allí vivieron de alquiler por poco tiempo el matrimonio brasileño formado por Marcos y Janaína, junto a sus dos hijos, María, de cuatro años, y David, de un año. Lo hicieron tras marcharse de Torrejón, mientras Patrick buscó un piso compartido en Alcalá de Henares.
El 17 de agosto de 2016, Patrick Nogueira, el sobrino de Marcos, asesinó a los cuatro miembros de la familia, los descuartizo y metió sus restos en bolsas. Un mes después, el 18 de septiembre, la Guardia Civil encontró los cuerpos en avanzado estado de descomposición, de hecho, fue el fuerte olor que desprendían lo que alertó a los vecinos.
El autor confeso del crimen permanece en la prisión de Estremera (Madrid) donde fue trasladado desde Alcalá-Meco con el fin de garantizar su seguridad.
Patrick confesó los hechos ante la Guardia Civil nada más aterrizar en el aeropuerto de Barajas, tras su llegada desde Brasil adonde huyó después de cometer los crímenes. Finalmente decidió seguir los consejos de su familia y voló a España para entregarse, escapando así de una condena más dura en una cárcel de su país.
Ahora se encuentra a la espera de que pueda celebrarse el juicio con Jurado Popular. La familia de los fallecidos espera una condena justa y larga, piden incluso prisión permanente revisable.