Hay convocadas concentraciones esta noche a las puertas de los ayuntamientos de toda España
El buque oceanográfico Ángeles Alvariño continúa a esta hora en la zona donde, en el día de ayer, fue hallado el cuerpo sin vida de Olivia para tratar de encontrar a su hermana Anna, de tan sólo un año, y a su padre, Tomás Gimeno, tras más de cuarenta días desaparecidos.
El barco del Instituto Español de Oceanografía (IEO) está equipado con un radar de barrido lateral y un robot marino que han sido vitales para hallar, primero, una botella de buceo y una funda nórdica propiedad de Tomás y, finalmente, el cuerpo de Olivia, de seis años.
La magistrada titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Güímar finalizó ayer sobre las 20.00 horas el levantamiento del cadáver de Olivia. El cuerpo fue hallado por el robot submarino a unos 1.000 metros de profundidad y unas tres millas de la costa.
Todos los indicios apuntan a que Tomás Gimeno trasladó los cuerpos de sus hijas dentro de unas bolsas de deportes a su embarcación. Ahora la investigación tendrá que determinar cómo murieron las niñas y si ya habían sido asesinadas cuando fueron arrojadas al mar.
El caso ha mantenido en vilo a toda España desde que se iniciara la búsqueda y, tras confirmarse la muerte de Olivia, se han convocado concentraciones a las 22 horas de este viernes en todas las localidades de España para apoyar a Beatriz, la madre, y a todas las víctimas de la violencia machista.
En Madrid la cita es en la Puerta del Sol, y desde las redes sociales varios movimientos feministas animan a los ciudadanos a concentrarse frente a las puertas de sus ayuntamientos bajo los lemas #SiTocanAUnaNosTocanATodas, #NiUnaMenos y #LoVamosATirar.
Las cámaras captaron a Tomás Gimeno el día de la desaparición
La desaparición de Anna y Olivia se produjo el martes 27 de abril. Tomás Gimeno recogió a sus hijas a las cinco de la tarde, tal y como había pactado con la madree. Aunque debía entregarlas a las nueve de la noche, nunca llegó a hacerlo.
A partir de entonces se suceden una serie de llamadas en las que Gimeno advierte a Beatriz de que no las volverá a ver nunca más. También envía mensajes de despedida a su padre y a amigos. La madre de las menores y el padre de Tomás denuncian los hechos ante la Guardia Civil.
La tarde del miércoles aparece una embarcación propiedad de Gimeno a la deriva y vacía frente al Puertito de Güímar. Al día siguiente, con la primera luz del día se despliega un amplio dispositivo de búsqueda que halla flotando en el mar una silla de coche para bebés que pertenece a Anna.
Además, las cámaras del Puerto Deportivo Marina Tenerife captan a Tomás Gimeno el día de la desaparición. Según las imágenes, llega al muelle con su coche a las nueve y media. Da varios viajes entre su vehículo y la lancha para llevar bolsos, maletas y ropa.
Poco antes de las diez sale a navegar y regresa a las once y media. Compra un cargador en una gasolinera cercana, carga la batería en la garita del vigilante del muelle deportivo y a las doce y media zarpa por última vez.
Desde que se produjo la desaparición de las niñas, la Guardia Civil siempre ha barajado numerosas hipótesis, entre ellas que pudiese haber huido con la ayuda de terceras personas o que los cuerpos pudieran haber sido arrojados desde la lancha y estar en el fondo del mar, informa Europa Press.