Los cierres perimetrales podrían llegar a su fin a partir del 9 de mayo, cuando acabe el estado de alarma
Este viernes, 9 de abril, es el último día de cierre perimetral en la Comunidad de Madrid, acordado en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud para la Semana Santa, por lo que a partir de las 00:01, es decir, desde este sábado 10 de abril, decaerá la medida y la región permitirá la entrada y salida de personas libremente, aunque la mayoría de las comunidades permanecerán cerradas.
Sólo tres comunidades, de momento, abren sus fronteras desde este sábado: Madrid, Extremadura y Canarias. Baleares, por su parte, lo hará el próximo 12 de abril, mientras que el resto seguirán por ahora cerradas perimetralmente, permitiendo la entrada y salida de personas únicamente por motivos debidamente justificados: laborales, médicos, legales, formativos o de fuerza mayor, entre otros.
La medida, no obstante, suscita incertidumbre entre los gobiernos autonómicos de cara al próximo 9 de mayo, que es cuando termina el estado de alarma, que no será prorrogado, según avanzó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Varias comunidades han alertado del riesgo de quedarse sin cobertura jurídica para adoptar el cierre perimetral o el toque de queda, unas restricciones que la mayoría de juristas no cree que se puedan mantener sin un plan B que las sustente.
En este sentido, el Gobierno defiende que las decisiones que se toman en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud son de obligado cumplimiento y han sido avaladas por la Justicia en varias ocasiones, por lo que está convencido de que se podrán seguir aplicando restricciones que afecten a los derechos fundamentales de los ciudadanos en pro de la salud pública.
En el caso de Madrid, el rechazo al cierre perimetral viene siendo frontal desde que Sanidad lo propuso a las comunidades. La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, dijo anoche durante una entrevista en Telecinco, que la medida en una comunidad «tan pequeña y con una altísima densidad de población» como Madrid, «empeora» los contagios. Ayuso, además, manifestó que Madrid no puede comparar sus datos con los de otras regiones españolas y debe hacerlo con ella misma o con grandes capitales europeas de parecida densidad como París.
La presienta regional también dejó claro que no comparte los cierres de bares y restaurantes que vuelven otra vez a comunidades como Castilla-La Mancha. «No he encontrado evidencias de que la hostelería provoque más contagios que la convivencia en casas. No hay informes que digan que cerrando esto mejora. Cuando nos obligan a cerrar siempre sube la cifra de contagios. Cerrar nos puede dar más seguridad, pero los que entran en las colas del hambre no vuelven luego a la normalidad», remarcó.
No obstante, en Madrid se mantienen los cierres perimetrales por municipios y zonas básicas de salud, una medida que podría contunuar más allá del estado de alarma con el aval judicial correspondiente, según fuentes del Gobierno autonómico. La Consejería de Sanidad actualizará este viernes, como cada semana, las medidas y mantendrá las restricciones que afectan a toda la región: el toque de queda a las 23:00 horas con el cierre de la hostelería a esa hora, la prohibición de reuniones de no convivientes en domicilios, la suspensión del servicio en barra en la hostelería y la reducción de aforos.
Todo ello en un escenario preocupante, con la incidencia acumulada al alza en la región (ayer se situaba en 315,49 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días), pero a la vez esperanzador, por el avance del proceso de vacunación con la apertura este viernes del WiZink Center y de 10 hospitales este fin de semana, además continúa vacunándose en el Wanda, en el Zendal y a las personas mayores en los centros de salud que, cuando lleguen más dosis, también abrirán los fines de semana.