Se trata de un programa gratuito que conecta voluntarios con personas mayores de 65 años que necesiten compañía
El Ayuntamiento de Torrejón de Ardoz, en colaboración con la Fundación Amigos de los Mayores, ha puesto en marcha la Oficina Municipal Amigos de los Mayores en Soledad, un nuevo programa dirigido a personas mayores de 65 años vecinos de la ciudad que vivan o se sienten solas con el fin de evitar su aislamiento social y mejorar su calidad de vida a través de diferentes programas de acompañamiento en domicilio y residencias, así como actividades de ocio inclusivo. Este servicio es realizado de manera altruista por voluntarios de Torrejón.
El programa está sufragado por el Ayuntamiento y es totalmente gratuito para el usuario. Consiste en poner en contacto a una persona voluntaria con una persona mayor de 65 años que se siente sola o que necesite compañía.
Para solicitar este tipo de apoyo o hacerse voluntario/a de este programa hay que dirigirse a la Oficina Municipal Amigos de los Mayores en Soledad, situada en el Centro Polivalente Abogados de Atocha (calle Londres, 11 B, planta 2) de manera presencial los jueves de 16 a 19 horas y viernes de 10 a 14 horas, o bien por teléfono (676 036 414).
Las personas que deseen hacerse voluntarios tienen que ser mayores de edad y estar empadronadas en Torrejón. Deberán cumplimentar un simple formulario y podrán elegir el tiempo semanal que quieran estar con la persona mayor siendo un mínimo de 2 horas.
El alcalde, Ignacio Vázquez ha destacado que «esta iniciativa es muy positiva para las personas mayores, un colectivo de ciudadanos de nuestra ciudad al que tenemos muy en cuenta y para el que seguimos sumando medidas que les hagan más fácil y agradable la vida como la Teleasistencia gratuita para los mayores de Torrejón, el Programa de Balnearios, las Vacaciones de Mayores o la Semana de los Mayores, entre otras».
En definitiva, se trata de un proyecto intergeneracional que reporta beneficios recíprocos: la persona mayor gana en afecto, calidad de vida, autoestima, autonomía y participación social, a la vez que el voluntario/a recibe el cariño, la experiencia y la satisfacción de contribuir a mejorar la vida de las personas mayores de su entorno.