La juez ha pedido un informe sobre su estado mental
La juez que investiga la causa contra la auxiliar de enfermería acusada de matar a una anciana el pasado mes de agosto en el Hospital de Alcalá de Henares ha pedido un informe sobre su estado mental, que harán dos forenses para confirmar si es imputable, y otro sobre su situación psicosocial.
En una providencia a la que ha tenido acceso Efe, la titular del Juzgado de Instrucción 4 de Alcalá de Henares también solicita la declaración como testigos de seis médicos, enfermeras y auxiliares que atendieron a Consuelo, que falleció a los 86 años cuando estaba a punto de recibir el alta, debido según la autopsia a una inyección de aire en vena.
La juez levantó a finales de agosto el secreto de las actuaciones y dictó dos providencias: una del 25 de agosto en la que aceptó la personación de la Comunidad de Madrid como acusación particular, y otra del 1 de septiembre en la que pide dichos informes y declaraciones.
En concreto, solicita un informe de imputabilidad de la investigada que deberá estar suscrito al menos por dos médicos forenses, con el objetivo de determinar su estado mental.
También pide un informe psicosocial firmado por dos peritos, para determinar su situación familiar y personal.
La magistrada cita en calidad de testigos, para el próximo día 22, a seis sanitarios, entre ellos el médico de la fallecida, el jefe del servicio en el que estaba ingresada y una enfermera y una auxiliar del mismo.
Beatriz L.D., española de 37 años, fue detenida poco después de la muerte de Consuelo, la mujer de 86 años que falleció el pasado 2 de agosto cuando iba a recibir el alta después de que presuntamente le inyectaran aire en la venas.
El juzgado de guardia decretó su ingreso en prisión provisional comunicada por un delito de asesinato.
Ahora la magistrada encargada de la causa, María Belén Pérez, investiga tanto esta muerte como la de otra paciente fallecida en similares circunstancias en julio de 2015, momento en el que ya se investigó a Beatriz pero sin resultado, aunque se autorizó la instalación de una cámara para grabar su zona de trabajo.
Precisamente, el visionado de esa cámara ha permitido comprobar que la auxiliar entró en la habitación de la fallecida en cuatro ocasiones: entre las 15.34 y las 15.47 horas del 2 de agosto, justo antes de que la enferma entrase en parada cardiorrespiratoria y muriese.
En tres de estas ocasiones, la auxiliar se queda sola con la paciente, mientras que la última entra cuando ya hay dentro otra trabajadora y al momento sale corriendo al control, supuestamente para pedir ayuda y volver con un carro de reanimaciones.
Así consta en un informe policial enviado al juzgado, al que ha tenido acceso Efe, que refleja que en la habitación 528 de la zona de Medicina Interna entró también otra trabajadora que no se identifica en el informe y que permaneció allí 24 segundos. La entrada de esta trabajadora a la habitación de la fallecida no había trascendido hasta el momento.