A pesar de que las llamas arrasaron las instalaciones, ningún animal sufrió daños
El pasado domingo 1 de abril La Casa Museo Burrolandia en Tres Cantos (Madrid) ardió por la noche destruyéndose todas las pertenencias y «casi 30 años de historias y recuerdos», según ha informado este miércoles la protectora de animales.
«No podemos remediar que al mirar el solar y el montón de escombros en lo que se ha convertido nos haga flaquear y pensar en las horas de esfuerzo y trabajo que se han desvanecido. Lo más importante es que pese a que el fuego fue demoledor ningún animal sufrió daños, todos están perfectamente ya que el fuego fue controlado», ha explicado.
Ahora les toca realizar evaluación de daños y pérdidas, por lo que tendrán que asumir costes para volver a poner en marcha la protectora. Por ello, solicitan ayuda ciudadana a través de donaciones económicas.
También les sirve de gran ayuda poder recuperar algunos de los objetos destruidos por las llamas como carretillas, un remolque pequeño, diferentes herramientas y varios electrodomésticos.
Las causas del fuego no están claras. Los primeros indicios apuntan a que pudo deberse a un cortocircuito en la instalación eléctrica aunque tampoco se descarta que fuera provocado.
Burrolandia es una protectora animal sin ánimo de lucro fundada como Asociación Amigos del Burro en 1996, cuyo objetivo principal es evitar la extinción del burro y apostar por la supervivencia y bienestar de estos animales.
Varios miembros, colaboradores y voluntarios se dedican al cuidado y mantenimiento de los animales y de las instalaciones como la limpieza de cuadras, la alimentación, el cuidado individualizado de cada burro y el control veterinario.