Solía actuar en campamentos o salidas organizadas por el colegio mientras los menores dormían
Las partes incursas en el procedimiento por el denominado caso del profesor del Colegio Maravillas de Madrid, cuya vista oral se ha celebrado este lunes en la Audiencia Provincial de Madrid, han llegado a un acuerdo de conformidad de la pena; lo que supone la asunción de los hechos delictivos por parte del procesado y una rebaja de la condena debido a dicho reconocimiento, tal y como establece la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
De esta manera, Pedro Antonio R. L. acepta una condena de 130 años de prisión, cuyo cumplimiento efectivo, conforme a lo establecido en el artículo 76 del Código Penal, será de 17 años de privación de libertad.
Además, se ha establecido que, una vez concluya su reclusión en el centro penitenciario, entrará en vigor el protocolo de libertad vigilada del reo, quien estará obligado a acudir a cursos de educación sexual, todo ello bajo control de la autoridad judicial competente.
Como medida complementaria, el tribunal sentenciador ha dispuesto órdenes de alejamiento del sentenciado con cada una de sus víctimas una vez haya concluido su estancia en prisión, en conformidad con lo dispuesto en el artículo 57 del Código Penal.
Así, el exprofesor no podrá acercarse a menos de 500 metros de cada uno de los perjudicados ni de sus domicilios ni centros educativos, ni comunicarse con ellos por cualquier medio.
El Ministerio Público atribuye al procesado 14 delitos de abusos sexuales a menores, cuatro delitos de abusos sexuales, siete delitos de elaboración de pornografía infantil, tres delitos continuados de elaboración de pornografía infantil y ocho delitos de descubrimiento de secretos por los que solicitaba para él una pena conjunta de 155 años de prisión.
Tal y como relata el fiscal en su escrito de calificación provisional, Pedro Antonio se sirvió de su condición de religioso de la Congregación de Hermanos de las Escuelas Cristianas de La Salle, y de su condición de docente y Coordinador Pedagógico de Educación Primaria del Colegio de La Salle Nuestra Señora de Las Maravillas de la ciudad de Madrid para, con ánimo libidinoso y con el objetivo de satisfacer sus deseos sexuales, elaborar pornografía infantil y abusar de menores que estaban a su cargo.
Según la Fiscalía, el profesor se servía para sus actividades ilícitas de sus teléfonos móviles, de aparatos de captación y reproducción de sonido y de imagen y de los conocimientos que el mismo había adquirido sobre las distintas fases del sueño y de sustancias como la melatonina, sin consentimiento en ningún caso de sus víctimas.
El representante de la Fiscalía describe como, por ejemplo, a altas horas de la madrugada el docente abordaba a los niños para manosear sus penes y utilizar su teléfono para fotografiar el miembro de los menores.
Pedro Antonio R. L. mantuvo estas conductas ilícitas al menos entre el 7 de julio de 2013 y 28 de agosto de 2016.
En la mayoría de las ocasiones solía actuar en el transcurso de los campamentos de verano, en salidas organizadas por el propio centro escolar en la que había que pernoctar, e incluso en los propios cuartos de baño del Colegio Maravillas, donde llegó a instalar una cámara oculta de grabación.
El procesado ha estado desde que ocurrieron los hechos en prisión provisional comunicada y sin fianza por la existencia de riesgo de fuga y de destrucción de pruebas.