Hasta la fecha, se ha localizado a una veintena de víctimas por todo el territorio nacional
Agentes de la Guardia Civil, en el marco de la Operación MEIGA 3C-PETSHAY, han logrado desmantelar un grupo criminal asentado en la provincia de Valencia que se dedicaba a la venta por Internet de crías de perros, tratándose principalmente de la raza caniche toy, y que vendían con documentación e informes genéticos alterados.
La investigación se inició el pasado mes de octubre, a raíz de la denuncia de un laboratorio situado en la provincia de Madrid en la que manifestaba que se estaban utilizando informes genéticos con datos falsificados y supuestamente emitidos por su laboratorio, dañando con esta práctica seriamente su imagen profesional.
Por tales motivos, se inició la correspondiente investigación llegando hasta el origen de la falsificación de los datos, tratándose de un centro de cría de animales de compañía que vendía cachorros de perro a través de Internet, utilizando documentación falsificada para otorgarles un pedigrí o unas cualidades genéticas que en realidad no poseían.
El grupo criminal estaba formado por siete personas, asentadas en la provincia de Valencia, que actuaban por todo el territorio nacional. Hasta la fecha, la Guardia Civil ha detectado una veintena de personas estafadas por la organización delictiva.
El grupo lo dirigían dos personas que lideraban y mantenían los contactos con las víctimas, y el resto de implicados eran trabajadores del centro de cría de animales, o lo habían sido en el pasado. La estructura delictiva, con apariencia de comercio lícito, pedía a las víctimas cantidades parciales o totales que oscilaban entre los 4.200 y 6.200 euros para la reserva del animal. El precio pedido por las mascotas era sensiblemente superior al de mercado, alegando el pedigrí o excepcionales características genéticas del animal, que en realidad los mismos no poseían.
Se ha podido constatar cómo además manipulaban y usurpaban el número de criador utilizando números de otras personas o que eran utilizados para otras razas. En algunos casos, se ha demostrado que los perros que criaban eran de origen nacional, pese a que en su propaganda publicitaria destacaban la procedencia internacional.
Paralelamente, empleaban logotipos de asociaciones y mercantiles sin autorización y utilizaban datos profesionales de un veterinario, simulando su intervención en las actuaciones que realizaban a los cachorros. Estas prácticas estaban reservadas a los facultativos veterinarios, como la implantación del microchip, la administración de vacunas y la emisión de recetas de medicamentos para animales.
Por todo ello, a finales del pasado mes de enero se procedió al registro tanto de la vivienda de los objetivos principales como del centro de cría, incautando los agentes diverso material informático y documentación que está siendo analizada actualmente. En el marco de la operación se ha procedido a la detención de dos personas y a la investigación de otras cinco, implicados presuntamente en delitos de pertenencia a grupo criminal, maltrato animal, estafa, contra el mercado y los consumidores, contra la propiedad industrial, intrusismo profesional y usurpación de estado civil.
