El día de mañana quiere un trabajo en el que pueda ayudar a las personas
Leyre Guillén Racionero, estudiante de 4º de la ESO en el colegio Malvar, acaba de obtener una beca de la Fundación Amancio Ortega para estudiar un año en Canadá gracias a su buen expediente académico.
Además de ser una alumna de sobresaliente, es una nadadora de gran nivel que ha obtenido medallas nacionales y autonómicas tanto en pruebas de piscina como de aguas abiertas.
La joven, de 15 años, ha contado en una entrevista publicada por el Ayuntamiento de la localidad que para ella esta becaes un sueño hecho realidad . «Cuando me dijeron que la había conseguido, no me lo creía. Es un reto conseguido para mí. Yo al principio no tenía muchas expectativas, porque no pasaba casi nadie. Es muy difícil porque hay 600 en toda España y se presentan miles de chicos y chicas».
La beca consiste en estar un año entero, pagado por la Fundación, en Estados Unidos o en Canadá para estudiar 1º de Bachillerato. «A mí me ha tocado en Winnipeg, en Canadá. Es un año de inmersión total, hablando en inglés. No puedo venir aquí a España ni mis padres venir a visitarme a Canadá. Es para que aprenda y saque las mejores experiencias por mí sola», explica la joven.
Leyre también detalla que «primero tienen en cuenta las notas de 3º de la ESO y la renta de tus padres. Si pasas, te hacen un examen oral, que consiste en hablar de un tema que tú quieras en inglés durante tres minutos. Luego te hacen una entrevista, en inglés o en español. Yo ya sabía que si pasaba, iba a hablar de deporte. Me preparé una redacción sobre el deporte, la natación y la Asociación Pegasus, con la que a veces hago actividades. Los profesores de mi colegio me corregían las redacciones y el profesor americano me ayudaba con el speaking, con la pronunciación. La entrevista la preparé con mi madre, ella me hacía preguntas».
Aunque está muy ilusionada con este nueva experiencia, confiesa que echará mucho de menos a su familia, el colegio, sus amigos y su vida en Arganda. «Ahora mismo estoy en mi zona de confort y salir me va a costar, pero sé que va a ser una experiencia muy buena».
Aprovecha para dar las gracias a toda su familia y amigos, por el apoyo y cariño que ha recibido, «ya que sin ellos este sueño no se habría convertido en realidad». También agradece al colegio Malvar, a todos sus profesores, por la ayuda y apoyo siempre que lo ha necesitado, y dedica un agradecimiento especial a su entrenador, Julio E. Orive, «por el cariño recibido durante todos estos años. Sólo él sabe sacar lo mejor de mí».
Leyre todavía no tiene decidido a qué se quiere decir el día de mañana pero sí tiene claro que quiere «un trabajo en el que ayude a las personas e interactúe con ellas. No sé, medicina, o cualquier otro ámbito en el que ayude a las personas».