Alba está desesperada y pide ayuda para poder tener a su hija, de dos años, en España
Alba, una joven española de 22 años, vecina de Torrejón de Ardoz, no sabe ya dónde acudir para pedir ayuda. Denuncia que su expareja ha secuestrado a su hija de dos años y medio y la tiene en Egipto. Ella le dio permiso al padre biológico de la niña para llevársela durante dos meses, porque su expareja, de 36, le contó que su madre estaba muy enferma y quería conocer a la pequeña.
Se llevó a la niña el pasado 25 de julio y tenía que regresar con ella el 25 de septiembre, que finalizaba la autorización, pero no fue así. «Entonces el padre empieza a darme largas y a ponerme excusas y me dice que regresará a España en diciembre», cuenta la joven a MiraCorredor. Ella es legalmente madre soltera, porque no está casada con el padre al que, además, denunció por malos tratos.
En diciembre decidió viajar a Egipto y logró convencer al padre llevarse a su hija, pero él y su familia se lo impidieron. «Amenazó con matarme a mí y a mi hija, me rompió el pasaporte y me abandonó en el aeropuerto», señala la joven. Afirma que la engañaron reteniendo a la niña en un coche y que llegaron a decirle a la Policía de allí que la niña llevaba muerta desde hace meses.
Entonces regresó a España con la ayuda del consulado, pero sin su hija. Alba ha puesto ya dos denuncias contra el padre, una el 30 de noviembre y otra el 1 de diciembre por secuestro, pero manifiesta que no ha obtenido ninguna solución. «La Policía española me dice que, como el caso está judicializado, no pueden hacer nada para ayudarme».
«El 30 de diciembre me encuentro que la jueza me dice que la mejor opción es que viaje yo por mi cuenta y riesgo a buscar a mi hija porque ellos no podrán hacer nada y si pueden hacerlo será tras un proceso burocrático de muchos años», relata la joven, que teme que la cosa se complique porque el padre de su expareja es, según dice, «juez supremo» en la provincia de Egipto en la que residen.
«Al ser padre biológico pero no ser padre legal es como si se llevan a un niño de un parque, y nadie está haciendo nada», se queja. «Yo lo que quiero es que alguien me ayude a buscar a mi hija, a través de alguna asociación, ya que me han cerrado todas las puertas. Mi hija está desaparecida y quiero saber dónde está, al menos que el consulado español acuda a la casa de mis suegros y compruebe que está bien».