La Policía y la Guardia Civil han detenido a 44 miembros del clan del Jabalí y les ha requisado una veintena de armas de fuego antes de destruir los centros de procesado de la droga
Agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil han desarrollado una operación conjunta que ha permitido la detención de 44 personas y la intervención de 17.589 plantas de marihuana, además de 24 armas de fuego, 56.881 euros en efectivo y tres vehículos, durante 22 registros simultáneos llevados a cabo el pasado viernes 18 de marzo en la Cañada Real Galiana, ha informado la Jefatura Superior de la Policía de Madrid y la Comandancia de Madrid en una nota de prensa.
La Operación Pipa-Barro ha logrado la desarticulación de un grupo criminal que operaba desde los sectores 3 y 4 de la Cañada, por su presunta implicación en los delitos de tráfico de drogas, defraudación de fluido eléctrico, blanqueo de capitales y tenencia ilícita de armas.
Por parte de Policía Nacional, el inicio de la investigación tuvo lugar a mediados del pasado mes de marzo de 2021 por la Sección de Estupefacientes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) de Madrid, en la cual se investigaba la gran proliferación de cultivos hidropónicos de marihuana en la Comunidad de Madrid y más concretamente los relacionados en la denominada Cañada Real Galiana.
Tras diversas vigilancias y seguimientos, en agosto los agentes consiguieron identificar a distintas personas que conformaban el escalón superior del clan del Jabalí, muy conocido por los agentes porque se han dedicado durante años a producir y vender droga en diferentes poblados chabolistas.
Compraban parcelas extorsionando
Los cabecillas, el matrimonio Jiménez Bruno y varios de sus hijos, se dedicaban a comprar a parcelas extorsionando y presionando a sus moradores para que las abandonaran. Luego ofrecían las parcelas a distintas personas para cobrarles un alquiler del suelo y los moradores se comprometían a hacerse cargo de las plantaciones de su interior. Luego ponían la droga a disposición de ciudadanos de origen chino la droga, que las exportaban a terceros países europeos, según han indicado a Europa Press fuentes policiales.
En el caso de la Guardia Civil, dentro de las actividades desarrolladas por la Comandancia de Madrid -en el marco del Plan Nacional de actuación contra la criminalidad organizada asociada a la producción y tráfico de marihuana– en torno al mes de julio de 2021 se identificó a este mismo clan familiar, asentado en la Cañada, que pudiera estar dedicándose al cultivo y tráfico de marihuana.
Meses más tarde, en noviembre de 2021, a través del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y Crimen Organizado (CITCO), dependiente de la Secretaría de Estado de Seguridad (SES), se detectó una coincidencia entre la investigación iniciada por la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ) de la Comandancia de Madrid (Operación Barro) y otra desarrollada por la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Jefatura Superior de Policía de Madrid (Operación Pipa).
A raíz de ello, los responsables de ambos cuerpos policiales acordaron desarrollar ambas investigaciones de manera conjunta. Las pesquisas desarrolladas por ambos cuerpos fueron puestas en conocimiento de la Fiscalía delegada Antidroga de la Comunidad de Madrid, que abrió diligencias de investigación, las cuales fueron finalmente judicializadas.
Las plataciones se ubicaban en torno ala vivienda del cabecilla
Durante el tiempo que se mantuvo el operativo, se pudo determinar que el clan objeto de la investigación ejercía el control de varias parcelas de la Cañada Real, todas ellas ubicadas en torno a la edificación en la que residía el cabecilla del grupo.
Dichas parcelas eran empleadas para el cultivo y secado de la marihuana y su cuidado era encomendado a diferentes personas de su entorno familiar. La actividad del clan investigado se centraba en los Sectores III y IV de la vía pecuaria, entre los términos municipales de Madrid y Rivas Vaciamadrid.
En base a todos los indicios obtenidos a lo largo de la investigación, el día 18 de marzo, se acordó la entrada y registro en 22 parcelas, por su presunta implicación en los delitos de tráfico de drogas, defraudación de fluido eléctrico, blanqueo de capitales y tenencia ilícita de armas.
En el dispositivo participaron, por parte de la Policía Nacional, efectivos de la Brigada Provincial de Policía Judicial, de la Comisaría de Distrito de San Blas, de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana, de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR), Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas (GOIT), de Guías Caninos, de Medios Aéreos y de Caballería.
Asimismo, por parte de Guardia Civil intervinieron la Unidad Orgánica de Policía Judicial, la Agrupación de Reserva y Seguridad (GRS de Madrid y Zaragoza, así como Escuadrón de Caballería), la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia (USECIC), un helicóptero, la Unidad Cinológica Central (perros detectores de dinero), el Grupo Cinológico de la Comandancia (perros detectores de drogas) y patrullas de Seguridad Ciudadana de Rivas-Vaciamadrid.
Resultado de la operación, derribos y desconexiones
Fruto de las actuaciones conjuntas realizadas a lo largo del día 18 de marzo, se obtuvieron los siguientes resultados tras los 22 registros domiciliarios, 44 detenidos (28 la Policía y 16 la Guardia Civil), 64 personas identificadas, 17.589 plantas de marihuana y 110 cogollos intervenidos, 56.881 euros en efectivo, 24 armas de fuego, tres vehículos y diversa documentación de interés. Tenían un parque móvil valorado en más de medio millón de euros compuestos por coches de alta gama.
Tras los registros realizados, aprobados por el Juzgado de Instrucción número 37 de Madrid, por parte del Ayuntamiento de Madrid y de Rivas Vaciamadrid se procedió, aprovechando los expedientes de demolición ya instruidos, al derribo de 14 construcciones ilegales que eran utilizadas para la comisión de los delitos investigados.
Asimismo, técnicos de la empresa eléctrica procedieron a la desconexión de las acometidas utilizadas por los investigados, entre ellos cuatro transformadores eléctricos de alta a baja tensión.