La placa está situada en la calle Jesús y María, 34, donde el músico residía desde el año 2000
Madrid ha celebrado este sábado un homenaje al maestro del latin jazz Jerry González, fallecido el pasado mes de octubre en un incendio. El Ayuntamiento de Madrid y la asociación de salas La Noche en Vivo han colocado una placa conmemorativa en la calle Jesús y María, 34, del barrio de Lavapiés, donde el mítico trompetista de jazz neoyorkino residía desde el año 2000.
Gracias a que González se estableció en Madrid fue más fácil disfrutar de su música en directo, tanto en locales del distrito Centro como del resto de la capital y toda España. También participó en grandes citas de la ciudad, como el Festival Internacional de Jazz de Madrid.
Jerry González nació en Nueva York en 1949, en el seno de una familia portorriqueña. Habitante del barrio multicultural del Bronx, fue allí donde empezó a labrar su pasión por la música, donde mezcló la más pura tradición afrocubana con toques expresivos de la música cubana.
Sus estudios de música fueron en la Music & Art High School, en el Music Collage de Nueva York y en la Universidad de Nueva York, sitios en los que pudo conocer la teoría, que más adelante mezclaría con una práctica magistral de su instrumento: la trompeta. Su debut fue con los grandes Dizzy Gillespie y Eddie Palmieri, si bien al poco tiempo grabó su primer disco en solitario, Yo ya me curé, pretexto para fundar la mítica Fort Apache Band. Con dicha banda se le pudo ver en la legendaria película del cineasta español Fernando Trueba, Calle 54, con la que creció su popularidad.
Colaborador habitual de históricos músicos como Tito Puente, The Beach Boys, Hilton Ruíz, Diego el Cigala, Andrés Calamaro o Enrique Morente, tenía facilidad para mezclar estilos y géneros musicales.
En 2010 fue distinguido con el premio Latino del Año dentro del certamen 100 Latinos-Madrid, al que se suman numerosos galardones y reconocimientos a lo largo de toda su trayectoria.