Hasta aquí hemos llegao, aquí me corto la coleta como los toreros
Este domingo 27 de noviembre nos hemos enterado del cierre de uno de los mesones más emblemáticos de Torrejón de Ardoz, que ya clausuró su restaurante hace tres años. La taberna, un local acogedor y en cuyas paredes descansa un amplio archivo fotográfico de personalidades del mundo de la farándula que han pasado por allí, ha permanecido abierta hasta hoy.
Hoy, Miguel Olza Vaquerín, su propietario, se despide de la hostelería para siempre poniendo punto y final a más de 83 años de andadura. Su padre abrió el restaurante en 1933 y él ha sido continuador desde el año 1972 hasta nuestros días.
«Hasta aquí hemos llegao, aquí me corto la coleta como los toreros», comenta a MiraCorredor.tv el veterano hostelero que con 69 años se jubila.
Han sido muchos años de trabajo y de ilusión. «De ilusión lo que más, y hacer las cosas bien y que la gente esté a gusto en su casa, se encuentre cómoda, sea feliz… Esa es mi misión y es lo que he hecho».
En septiembre se cumplieron tres años desde que cerrara el restaurante situado en la calle Ronda de Poniente número 2 de Torrejón de Ardoz, en pleno centro, y desde entonces quedaba abierta la taberna.
«Lo empecé a decir el lunes pasado, porque me parecía poco ético cerrar sin decir nada. Entonces ya empezó mucha gente a venir y llevo toda la semana despidiendo a la gente».
La pregunta que hoy se hacen muchos de sus amigos y clientes es qué va a hacer ahora Torrejón sin su famoso vermú de grifo y sin sus tapas elaboradas con cariño.
¿Y qué hacemos ahora? ¿Y ahora dónde vamos? Esa es la expresión generalizada de sus clientes. «Yo les contesto: Me tendré que ir algún día, he decidido irme hoy, pues ya está. Broncas por todos lados, pero broncas cariñosas, de amistad».
Su casa, como a él le gusta llamar a su negocio, ha sido la casa de los famosos. Por allí han pasado toreros, cantantes, futbolistas… «Hicieron de la casa una casa suya, de estar a gusto y ser felices y a través de eso me han hecho a mi ese arrope. Ahí están todas mis fotografías con toda esa gente grande por ese motivo. Ellos se encontraban bien, han estado bien atendidos y a mi también me gusta eso, pues hemos estado a gusto todos».
Un sitio de los de toda la vida y uno de los negocios de hostelería más antiguos de Torrejón de Ardoz.
Fue fundado por Inocencio Olza, que tomó el sobrenombre de Vaquerín en memoria de su hermano Miguel Vaquerín, que había sido torero y que perdió la vida en la plaza de Calasparra. Éste se puso ese apodo por su padre, vaquero de profesión.
Miguel Olza, el último de la dinastía, se muestra muy agradecido por todo el cariño recibido durante tantos años. «Agradecerles todo su cariño que me han demostrado toda la vida y su apoyo, pero hasta aquí he llegado. Cuando no se pueden torear ya Miuras y Victorinos hay que retirarse. No se cuentan con facultades ya».
Sus planes ahora pasan por descansar y dedicarse a su familia y amigos en Torrejón, con la posibilidad de que el local sea alquilado en un futuro y pueda reabrir sus puertas.
«Se va un clásico-dice-pero queda lo nuevo». «En Torrejón hay grandes restaurantes y grandes cervecerías donde la gente pone sus conocimientos y podemos presumir de eso. Torrejón es muy importante a nivel gastronómico y en la hostelería y así está reconocido. Se va un viejo».
La humildad del sabio no le falta, de quien ha dedicado toda su vida a servir a los demás con elegancia torera. Cuelga el delantal…, un maestro.