Tiroteado por sus cuñados
La Policía Nacional busca a los hombres que el viernes asesinaron con un tiro en la cabeza a otro en el barrio madrileño de Chamberí, que según los familiares de la víctima (todos de etnia gitana) son sus cuñados y lo hicieron porque el fallecido, junto con su mujer, habría matado a su padre en el año 2015. El juicio por ese crimen debe celebrarse este lunes.
Fuentes de la investigación han precisado que el fallecido es Luis R.D., de 31 años, quien el viernes fue tiroteado cuando acababa de salir de un despacho de abogados. Iba acompañado por su mujer, su madre y su padre. Estas tres personas reconocieron a los agresores y llegaron a gritar el nombre de dos de ellos: dos cuñados del fallecido, hermanos de su mujer.
La muerte de Luis R. D. se debe, según los testimonios recabados y a falta de lo que determine la investigación, a una venganza por el asesinato de su suegro en 2015.
La Policía busca a los presuntos agresores y analiza el coche con el que huyeron, un BMW de color azul que fue encontrado quemado en la Avenida de Europa de Pozuelo de Alarcón.
Las identidades del tiroteado y de sus tres acompañantes coinciden con las de las cuatro personas que están citadas para ser juzgadas el próximo lunes en la Audiencia Provincial de Madrid por el asesinato de Juan Fernández San Segundo el 29 de septiembre de 2015 en la localidad madrileña de Arroyomolinos.
Según el escrito de la Fiscalía de cara a este juicio, los cuatro acusados, actuando de común acuerdo, urdieron un plan para asesinar a Juan, que tenía 65 años y con el que tanto su hija Yolanda como los otros tres procesados (su yerno y sus consuegros) tenían una enemistad manifiesta desde hacía años.
Así, sobre las 10.15 horas del 29 de septiembre de 2015 Luis R.D. y su padre, Rafael R.M., acudieron a una nave industrial ubicada en Arroyomolinos, donde dispararon desde su vehículo cuatro tiros a la víctima, causándole la muerte, relata el Ministerio Público.
La hija de la víctima y mujer de Luis, Yolanda F.L., y la madre de Luis, María Yolanda D.P., prepararon la huida de los cuatro a San Feliú de Guixols, donde finalmente fueron detenidos.
Se da la circunstancia de que Luis R.D. había recibido un permiso de cuatro días del centro penitenciario donde cumplía una condena por otros hechos y debía de regresar a prisión el 2 de octubre de 2015, lo que no hizo, precisa la fiscalía.
Por estos hechos, la acusación pública reclama para cada uno de los imputados 19 años y seis meses de prisión, más otros 18 meses para Luis por quebrantamiento de condena.
También solicita que indemnicen conjunta y solidariamente a la viuda del asesinado con 230.000 euros y a cada uno de sus otros cinco hijos (excepto a Yolanda que está acusada por estos hechos), con 20.000 euros, según informa El Periódico de Cataluña.