Dudas y respuestas sobre gripe, bronquiolitis y otras afecciones en la infancia
En invierno se produce una alta incidencia de virus respiratorios en niños, sobre todo, los causantes de bronquiolitis. ¿A qué se debe? Hablamos con la Dra. María Velázquez, Jefa de Servicio de Pediatría del Hospital Quirónsalud Valle del Henares, ubicado en Torrejón de Ardoz.
- En invierno se produce una alta incidencia de virus respiratorios en niños, sobre todo, los causantes de bronquiolitis. ¿A qué se debe?
La bronquiolitis es una infección del aparato respiratorio del niño, por lo general menor de 2 años, que puede ser causada por distintos virus, siendo el virus respiratorio sincitial (VRS) el más frecuente. Se manifiesta por la dificultad para expulsar el aire por broncoespasmo en el bronquiolo. Suele aparecer tras un cuadro catarral previo», explica la doctora. La infección puede aparecer en cualquier época del año, aunque lo más frecuente es que surja en los meses de invierno, y al comienzo de la primavera (más o menos desde noviembre hasta abril).
- Hablamos de bronquiolitis, pero ¿también de gripe y de COVID? Sin olvidar faringitis, otitis y sinusitis… ¿Cuál es la sintomatología de estas enfermedades?
La gripe está causada por el virus Influenza, la bronquiolitis principalmente por el virus respiratorio sincitial, y las faringitis, otitis y sinusitis por virus y bacterias varias. Normalmente la gripe ocasiona fiebre, malestar, y algunas temporadas, no todas, también puede cursar con vómitos y odinofagia. La bronquiolitis se da más frecuentemente en los niños menores de un año, y les ocasiona dificultad respiratoria por el acúmulo de mucosidad en las vias respiratorias bajas (bronquiolos), con tos en accesos y aletargamiento si tienen hipoxemia.
También es habitual ver faringoamigdalitis estreptocócicas, que son una infección bacteriana que cursa con fiebre y odinofagia intensa. La otitis, infección del oído medio generalmente, también suele ser bacteriana, aunque en ocasiones puede ser vírica, y ocasiona normalmente fiebre y otalgia intensa.
- Muchas veces los papás dudan, ¿debo acudir o no a urgencias? ¿Qué consejos podrían ayudarles a hacer un uso correcto de estos dispositivos?
Lo aconsejable es acudir a un servicio de urgencias cuando el niño o el bebé presentan determinados signos de alarma, como dificultad respiratoria o sensación de ahogo, fiebre mantenida que no remite con medicación habitual, fiebre en menores de 3 meses, vómitos persistentes que asocien dolor de cabeza o que asocien signos de deshidratación, si no hay mejoría de los síntomas tras 5-7 días desde el inicio de la sintomatología, dolor abdominal continuo que empeora, somnolencia o irritabilidad excesiva o falta de respuesta a estímulos.
- En aquellos casos en que no esté recomendado acudir a Urgencias, ¿pueden tratarse la fiebre y el resto de síntomas en casa para acelerar la recuperación
Lo habitual es que la sintomatología sea ser leve y autolimitada. La vacunación antigripal, junto con las medidas básicas de evitación, continúa siendo la mejor prevención para la gripe. Normalmente el cuadro clínico cede en un período de entre 3 y 7 días, aunque la tos y el malestar pueden persistir incluso durante 2 o 3 semanas.
El tratamiento debe ser sintomático, tanto de la fiebre como de los dolores musculares y del dolor de cabeza, utilizando preferentemente paracetamol según la dosis determinada por el pediatra. Es aconsejable también reposo relativo, una buena hidratación y alimentación y, en algunos casos, pueden prescribirse también fármacos antivirales específicos para el virus de la gripe.
- Tal y como ocurre en el caso de los adultos, ¿en el caso de los más pequeños también se dan casos de automedicación? ¿Cuáles son los errores más comunes que se cometen y cuáles serían las recomendaciones en estos casos?
Ante la presencia de los síntomas que hemos comentado se deben hacer lavados nasales frecuentes, controlar la temperatura con antitérmicos, y vigilar que la hidratación y la alimentación sean adecuadas, que la humedad ambiental sea la correcta y evitar el tabaquismo pasivo. No se debe abusar de los antibióticos, solo ante la sospecha de infección bacteriana -deben ser prescritos por un médico-, ni de los corticoides orales. Tampoco es conveniente automedicar a los niños con mucolíticos, expectorantes, antihistamínimos o descongestivos nasales, no existe evidencia científica de que estos medicamentos sean eficaces en los niños y los riesgos superan muchas veces los posibles beneficios.
- ¿Cuándo debe consultarse con el pediatra?
Es aconsejable consultar con un pediatra si hay síntomas de bronquiolitis con dificultad respiratoria, síntomas de deshidratación, disminución de los niveles de actividad y alerta, si los síntomas no mejoran tras 3-5 días de haberse iniciado el cuadro, en caso de fiebre en menores de 3 meses, de secreción auditiva o de dolor en el pecho.
- ¿Puede prevenirse el contagio de estos virus?
Para prevenir la gripe, el medio más eficaz es la vacunación. Contra el virus respiratorio sincitial existe una vacuna que se administra durante el embarazo, entre las 24 y 36 semanas de gestación, que tiene como objetivo que la gestante produzca defensas (anticuerpos) frente al VRS, que pasarán a través de la circulación placentaria al feto, y cuando nazca el bebé, este tendrá en su sangre los anticuerpos, que lo protegerán en sus primeros meses de vida frente a la enfermedad moderada-grave y hospitalización debida a bronquiolitis por VRS.
Para los bebés de entre 0-6 meses al inicio de la estación (los nacidos a partir del 1 de abril), existe una profilaxis pasiva (administración de anticuerpos contra el VRS, se llama Nirsevimab), que se administra en una sola dosis intramuscular. Esta ha demostrado descenso de la infección y de la gravedad de la bronquiolitis por VRS.
En todo caso, es importante ventilar las habitaciones, sobre todo en espacios cerrados; cubrirnos la boca y nariz al toser y estornudar, lavarse las manos con frecuencia, no compartir vasos o cubiertos, una adecuada alimentación rica en vitamina C y A y evitar contacto con personas vulnerables cuando se esté con la sintomatología.
- ¿Es necesaria y/o conveniente la vacunación contra la gripe en niños
La recomendación de la Asociación Española de Pediatria es que se vacune anualmente a todos los niños de 6 meses a 5 años de edad, y a los niños con enfermedades que les hagan más propensos a las complicaciones, como asma moderada o grave, diabetes mellitus, enfermedades renales, enfermedades del sistema inmunológico, enfermedades neurológicas o prematuros menores de 32 semanas. También debe vacunarse de la gripe a los niños y al resto de convivientes con personas enfermas.
- Siempre hemos oído aquello de «no andes descalzo» o «no salgas a la calle con el pelo mojado», ¿hay algo de verdad o es un mito?
La exposición al frío aisladamente no es suficiente para producir la enfermedad. Lo que sí produce el aire frío al pasar por la nariz es una vasoconstricción de la mucosa y disminución de la respuesta inmune, lo que puede favorecer la entrada de los virus y el desarrollo de la enfermedad; por tanto, en situaciones en las que hay enfriamiento de la superficie corporal (andar descalzo, llevar el pelo mojado…) si se está cerca de alguien enfermo, podríamos contagiarnos, pero la sola exposición al frío no es suficiente para causar infección.
- Además de los virus respiratorios, ¿cuáles son las patologías más comunes en niños durante esta época, cómo se podrían prevenir, y cómo actuar en caso de que sucedan?
Además de las infecciones respiratorias, en esta época también es frecuente que aparezcan cuadros de vómitos y diarrea. En estos casos, debe hidratarse bien al niño, intentar controlar la intolerancia oral (en ocasiones con medicación antiémetica) y en ocasiones, está recomendado el uso de probióticos para mejorar la flora intestinal.
También las infecciones de orina son frecuentes, pero la sintomatología es normalmente inespecífica y el tratamiento es con antibióticos que, como hemos comentado anteriormente, debe prescribir un médico.
- ¿Cuándo debe preocuparnos el llanto de un bebé?
Cuando se asocia a fiebre, sobre todo en los menores de 3 meses, cuando es un llanto inconsolable, ya que puede estar relacionado con infección de oídos o invaginación intestinal, si se asocia con pérdida de peso o rechazo de la alimentación, si el llanto es apagado y letárgico, si se acompaña de vómitos y diarrea o si se asocia a la presencia de un hematoma o a movimientos anormales del cuerpo, entre otros.
Sobre Quirónsalud
Quirónsalud es el grupo hospitalario líder en España y, junto con su matriz Fresenius-Helios, también en Europa. Además de su actividad en España, Quirónsalud también está presente en Latinoamérica, particularmente en Colombia y Perú.
Conjuntamente, cuenta con más de 45.000 profesionales en más de 125 centros sanitarios, entre los que se encuentran 56 hospitales con aproximadamente 8.000 camas hospitalarias. Dispone de la tecnología más avanzada y de un gran equipo de profesionales altamente especializados y de prestigio internacional. Entre sus centros se encuentran el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, el Centro Médico Teknon, Ruber Internacional, el Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, el Hospital Quirónsalud Barcelona, el Hospital Universitario Dexeus, la Policlínica de Gipuzkoa, el Hospital Universitario General de Catalunya, el Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón, etc.
El grupo trabaja en la promoción de la docencia (ocho de sus hospitales son universitarios) y la investigación médico-científica (cuenta con el Instituto de Investigación Sanitaria de la FJD, acreditado por la Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación).
Asimismo, su servicio asistencial está organizado en unidades y redes transversales que permiten optimizar la experiencia acumulada en los distintos centros y la traslación clínica de sus investigaciones. Actualmente, Quirónsalud está desarrollando multitud de proyectos de investigación en toda España y muchos de sus centros realizan en este ámbito una labor puntera, siendo pioneros en diferentes especialidades como oncología, cardiología, endocrinología, ginecología y neurología, entre otras.