El exsecretario de Organización del PSOE abandona la prisión de Soto del Real tras casi cinco meses, tras el informe clave de la UCO
El magistrado del Tribunal Supremo Leopoldo Puente ha decretado este miércoles la puesta en libertad de Santos Cerdán, exsecretario de Organización del PSOE, al considerar «seriamente mitigado» el riesgo de destrucción de pruebas que motivó su ingreso en prisión el pasado 30 de junio.
Sale en libertad provisional y sin fianza tras pasar casi cinco meses en la cárcel de Soto del Real.
En aquel momento, tanto el juez instructor como la Fiscalía Anticorrupción entendieron que existía riesgo de destrucción de pruebas tras detectar indicios que situaban a Cerdán como responsable del reparto de las presuntas mordidas vinculadas a adjudicaciones de contratos públicos.
La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ya ha entregado al juez el informe que rastrea el dinero supuestamente recaudado, por lo que el instructor considera que ya no es necesario mantener la prisión.
Ese informe, de 227 páginas, concluye que la trama presuntamente liderada por Cerdán junto a José Luis Ábalos y Koldo García se quedaba con una mordida del 2 % por cada obra adjudicada irregularmente a Acciona.
Según el documento, esos pagos se realizaban a través de Servinabar, una empresa navarra con la que Cerdán mantenía relación directa y que actuaba como enlace entre las constructoras y el Ministerio de Transportes, que dirigió Ábalos entre 2018 y 2021.
El informe recoge además que Cerdán utilizó una tarjeta de crédito de Servinabar para gastos personales —hoteles, restaurantes y alquileres en Madrid— y que la empresa realizó pagos que habrían beneficiado a su mujer, su hermana y su cuñado. Incluye también mensajes del socio de Cerdán, Antxón Alonso, en los que comentaba con su esposa lo indiscretos que eran esos gastos: «Que le conocen todas las vendedoras de El Corte Inglés. Gastar y gastar». «Ya les vale», respondió ella.
La Guardia Civil subraya en su informe el modus operandi de la trama y el secretismo que, según el informe, empleaban para evitar la interceptación de sus comunicaciones.