El líder de Vox cree que se silenció porque sus integrantes son extranjeros
El líder de Vox, Santiago Abascal, se ha pronunciado en Twitter sobre el caso de La Manada de Azuqueca de Henares, silenciado durante más de un año.
«Ahora sabemos por qué La Manada de Azuqueca fue silenciada, por qué la Fiscalía pactó con los salvajes, y por qué el feminismo subvencionado y los medios no convirtieron esa violación en tema de preocupación nacional», escribe Abascal.
«No les interesa que se hable de quiénes integran esas manadas», añade, en referencia a que los integrantes del grupo que violó a una niña de 12 años son extranjeros.
Ahora sabemos por qué la manada de Azuqueca fue silenciada, por qué la fiscalía pactó con los salvajes, y por qué el feminismo subvencionado y los medios no convirtieron esa violación en tema de preocupación nacional. No les interesa que se hable de quiénes integran esas manadas. https://t.co/cnXLsl6sQt
— Santiago Abascal (@Santi_ABASCAL) 31 de marzo de 2019
El líder de la formación hace esta reflexión al tiempo que comparte una noticia de El Mundo cuyo titular dice: «Desde los Sanfermines de 2016, al menos 101 manadas han actuado en nuestro país, en las que han participado más de 350 hombres (un 31% españoles)».
Titular que Abascal aprovecha para hacerse una pregunta: «¿Quién se preocupa de verdad por la seguridad y la libertad de las mujeres en España?». El líder de Vox concluye: «Se silencian los ataques en manada porque el 70% de sus integrantes son extranjeros».
Seis jóvenes, de origen marroquí y nigeriano, violaron a una niña de 12 años
Según adelantó El Heraldo del Henares y El Mundo, los hechos tuvieron lugar el pasado 15 de marzo de 2018, cuando la menor, una niña española de 12 años de edad, se encontraba en compañía de varios amigos de su edad en el Parque del Lavadero de Azuqueca. Sobre las 13 horas se presentaron varios jóvenes, todos ellos de origen marroquí y alguno nigeriano.
Estos jóvenes, de entre 15 y 20 años, cogieron a la niña y a una de sus amigas y se las llevaron en volandas a un edificio abandonado próximo al parque, una antigua residencia de ancianos de la calle Virgilio Navarro, que lleva varios años cerrada. Allí las introdujeron en una de las habitaciones, en donde la retuvieron durante unos minutos mientras entre ellos discutían «en árabe». Minutos después, liberaron a la amiga «por ser mora», según le indicó esta última a la víctima antes de abandonar la casa.
A continuación, uno de ellos cogió a la niña en brazos por la fuerza y se la llevó a uno de los baños de la vivienda. Allí, colocaron unas chaquetas en el suelo y la tumbaron boca abajo. En ese momento, según recuerda la víctima, comenzó el infierno: «Me sujetaron de manos y piernas y me taparon la boca, me desvistieron de cintura para abajo y comenzaron a violarme analmente uno a uno». En total, ella cree recordar que fueron al menos cinco o seis, siempre comenzando por uno de los mayores de edad, O. Ch., que acababa de cumplir los 18 años y es el que precisamente aún sigue en prisión provisional por estos hechos.
De nada le sirvió a la joven chillar y pedir socorro. La Manada le dio la vuelta y comenzó a violarla uno a uno, esta vez vaginalmente. Sus amigos, fuera, escuchaban los gritos de auxilio e intentaron entrar en la vivienda abandonada. Pero allí siempre había uno de los agresores amenazándolos con un palo para disuadirles de entrar: «El que entra, no sale», les decía.
Tres menores condenados a un centro de internamiento, un mayor de edad en prisión provisional y otro en libertad
Finalmente, tras unos 45 minutos de tortura, y cuando todos terminaron y se fueron, la niña pudo vestirse y salir a la calle donde aún seguían sus amigos. La amiga de la víctima aseguró a la Guardia Civil que O. Ch. dijo antes de entrar en la vivienda que «iba a violar a su amiga y cuando salió dijo que ya había hecho lo que tenía que hacer».
Esa misma tarde, la Guardia Civil de Azuqueca de Henares comenzó sus investigaciones y realizó las primeras detenciones. En total, fueron identificados cuatro menores de origen marroquí, así como dos mayores de edad, un marroquí y un nigeriano.
Según fuentes jurídicas, tres de los menores pactaron sus penas con la Fiscalía de Menores y ya han sido condenados a tres años de internamiento en un centro cerrado y vigilado, más otros cinco años de alejamiento respecto de la víctima una vez que cumplan la pena privativa de libertad.
De los dos mayores de edad denunciados, con edades entre 18 y 20 años, O. Ch., líder de La Manada, sigue en prisión preventiva acusado de los delitos de agresión sexual y detención ilegal. Además, la Fiscalía argumenta que utilizó a su novia para intentar comprar el silencio de la víctima. El segundo adulto, por su parte, quedó en libertad tras presentar una coartada.